Editorial

Un sábado tranquilo

La primera noche de Carnaval pasa sin incidentes y mantiene el número de visitantes, dejando en el pasado las grandes avalanchas que sólo producían basura y provocaban destrozos en la ciudad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pasado el primer sábado de Carnaval ya se puede hacer la valoración correspondiente. La que siempre ha sido considerada una fiesta multitudinaria que atrae a gente de todas partes del mundo, está convirtiéndose en una celebración, cada año, más contenida, en la que caminar por el centro ya no es una hazaña imposible.

A pesar de que el Ayuntamiento de Cádiz haya dejado de publicar las cifras de asistencia, basta un paseo por las calles de Cádiz el sábado por la noche y saber el número de residuos recogidos, para comprobar que poco o nada ha variado el número de asistencia respecto al último año. Lo que es una buena noticia.

Una ciudad de pequeña extensión como es Cádiz no está preparada para acoger al ingente número de personas que antaño se acercaba a la ciudad a disfrutar de la primera noche de Carnaval. Como consecuencia de las grandes aglomeraciones que padecía, el número de incidencias aumentaba y Cádiz se convertía en un gran botellódromo para molestia de sus residentes.

Pero, ¿por qué ha dejado de venir tanta gente a la ciudad? Muchas pueden ser las causas, pero todo apunta a que la situación de crisis que asola el país ha traído, como liviana consecuencia, que la gente mire mucho su bolsillo a la hora de gastarlo en una juerga nocturna. Esto implica que si las cosas mejoran económicamente, cabe esperar una nueva avalancha de gente que, al fin y al cabo, no deja mucho dinero en la ciudad, pero sí toneladas de basura. Quizá habría que empezar por promocionar la primera noche de Carnaval de una manera diferente, en busca de un tipo de visitantes que, por lo menos, aporten algo positivo a la ciudad.