Paracaidistas desfilan en Moscú para celebrar la victoria del Ejército ruso en la II Guerra Mundial. :: EFE
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Putin llama a respetar las soberanías

El recién nombrado presidente ruso pide a la comunidad internacional que tome nota de «cómo se engendró el fascismo»

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Un año más Rusia celebró ayer el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi y lo hizo con su tradicional desfile militar en la plaza Roja. Como es habitual, el evento comenzó tras la arenga del recién nombrado presidente Vladímir Putin, quien, olvidando que Rusia envió sus tropas a Georgia en agosto de 2008 y en clara referencia a Libia, Siria e Irán, hizo un llamamiento para que toda la comunidad internacional tome nota de «cómo se engendró el fascismo» y se respete la soberanía de los estados a fin de evitar que se repita una conflagración mundial. Esta vez Putin, que estuvo acompañado del primer ministro, Dmitri Medvédev, se abstuvo de proferir amenazas contra Occidente.

«La división entre las naciones, los recelos mutuos y la confrontación impidieron evitar la Segunda Guerra Mundial y la humanidad tuvo que pagar por ello un desmesurado precio», afirmó el jefe del Kremlin. Según sus palabras, «el estricto cumplimiento de las normas internacionales, el respeto a la soberanía de las naciones y la opción de cada pueblo sin injerencias son la garantía de que una tragedia como fue la pasada guerra no volverá a repetirse». A juicio de Putin, el papel jugado por la URSS en la Segunda Guerra Mundial da derecho a Rusia a practicar la actual política de seguridad internacional, en especial alusión a su rechazo a apoyar cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pueda abrir la vía a una intervención militar en Siria.

Vetustos tanques

Después comenzó el desfile, en el que se pudieron ver una vez más los vetustos tanques T-90, lo helicópteros Mi-8, los temibles misiles nucleares Tópol-M, los cohetes antiaéreos S-400 y los misiles interceptores Iskander. Se mostró también el nuevo vehículo blindado Ris (lince) fabricado con tecnología italiana. En total participaron en la demostración 14.000 militares y 100 unidades acorazadas. Esta vez el cielo no fue surcado por aviones de combate para ahorrar dinero. Todo lo vieron desde la tribuna algunos de los pocos veteranos de aquella guerra que van quedando.

Los desfiles conmemorativos de la victoria sobre la Alemania nazi, que en Moscú, salvo en una ocasión, tuvieron siempre como escenario la Plaza Roja, constituyeron en la época soviética un elemento intimidatorio más en el pulso de fuerzas generado por la Guerra Fría.