El ministro del Interior, durante su reunión de ayer con la presidenta de la AVT. :: MANUEL H. DE LEÓN / EFE
ESPAÑA

El Ejecutivo no logra aplacar a las víctimas pese a la intervención del ministro

«Nos sentimos igual de traicionadas y engañadas», afirma la presidenta de la AVT tras reunirse con Jorge Fernández Díaz

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ni la intervención no prevista del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, logró aplacar la ira de las víctimas. No, desde luego, al mayor colectivo de damnificados del terrorismo de ETA en España, la AVT, cuya presidenta, Ángeles Pedraza, resumió en una frase el encuentro: «Las víctimas nos sentimos igual de traicionadas y engañadas» antes que después de la reunión.

Durante seis horas, en tres reuniones diferentes con siete colectivos, Fernández, que decidió tomar en persona el timón tras la oleada de críticas de las víctimas, prometió una y otra vez que el programa de reinserción de presos de ETA sin necesidad de pedir perdón no supone concesión alguna ni un cambio en la política penitenciaria ni conllevará beneficios carcelarios a los reclusos. El titular de Interior se esmeró, incluso, en hacer ver que el plan de acercamientos selectivos es un arma esencial para debilitar el poder de ETA en las cárcel y avivar la disidencia.

Sin embargo, Pedraza explicó que su asociación cree que el arrepentimiento, no solo la ruptura con ETA, debe ser condición indispensable para el traslado de presos al País Vasco. «La persona que quiera reinsertarse no creo que le cueste tanto pedir perdón», apuntó la líder de la AVT, quien se mostró convencida de que el Gobierno no va a introducir esa exigencia a pesar de la petición de su asociación.

La líder de la AVT dijo temer que este programa abra la puerta a un «acercamiento masivo» de reclusos y señaló que Fernández prometió que nunca más volverá a cometer el «error» de no informar antes a las víctimas de los movimientos penitenciarios. Pedraza puntualizó que el ministro, no obstante, se mostró firme en su intención de poner en marcha el Plan Integral de Reinserción.

La presidenta no descartó que la aplicación de este programa y los consiguientes acercamientos de presos pudieran desembocar en movilizaciones. «Me gustaría no tener que salir a la calle, pero las víctimas no nos debemos a nadie e igual que hemos salido con el Gobierno del PSOE podemos salir con el del PP si es necesario».

Idéntica línea

En la misma línea estuvieron las otras cuatro asociaciones igualmente beligerantes frente al programa gubernamental, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, el Foro de Ermua, Voces contra el Terrorismo y el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco. Dignidad y Justicia, también muy crítica contra el ya conocido como 'Plan Fernández', rechazó acudir al encuentro con el ministro como forma de protesta.

Más receptivas al mensaje del Gobierno estuvieron en cambio la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo y la Federación Autonómica de Víctimas del Terrorismo. Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M, reconoció que el plan es «conflictivo» y «muy complicado» de aplicar, pero no quiso polemizar con el tratamiento a los etarras, si bien afirmó que los yihadistas, autores de la masacre de los trenes, «no son reinsertables» ya que viven obsesionados con «la vuelta al gran califato».