Economia

El pánico se desata en las Bolsas y el Ibex se acerca a mínimos de 2003

El selectivo español cae un 2,76% en un 'lunes negro' en toda Europa y la prima de riesgo marca un nuevo récord en lo que va de año

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los inversores huyen de las Bolsas. Y se llevan con ellos su dinero. No solo del Ibex, que continúa en caída libre y se acerca peligrosamente a los mínimos de 2003, sino de los parqués de toda Europa. La convulsión política desatada en el Viejo Continente, después de la victoria socialista en la primera vuelta de las presidenciales francesas y la dimisión del Ejecutivo holandés al no poder sacar adelante un ajuste de 16.000 millones, se tradujeron ayer en un auténtico 'lunes negro'. La prima de riesgo española alcanzó un nuevo máximo anual, con 436 puntos.

Tras esos nubarrones se esconde el miedo a que desaparezca la alianza 'Merkozy', si François Hollande gana definitivamente la carrera al Elíseo. No tanto porque la alianza entre Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy fuera buen o mala, sino porque era previsible. Tenía una hoja de ruta centrada en la disciplina fiscal (a costa, eso sí, de apretar a la Europa de la periferia), y los inversores lo sabían. Si Hollande gana, nada será igual.

La tan manida confianza que reclaman los mercados se evapora por instantes, amenazada por los 'incendios' desatados en París y La Haya. Lo que parece estar en juego, y Holanda es el claro ejemplo, es -por un lado- el mantenimiento de la 'filosofía de la tijera' como único modo de actuar contra la crisis. De otra parte, surge el fantasma de una Europa en la que los países solventes dejen abandonados a su suerte a sus socios con problemas, hartos de tanta austeridad. Eso es lo que ha pasado en Holanda, donde la extrema derecha, que sostenía en el Gobierno a una débil coalición entre liberales y democristianos, se ha hartado de la disciplina impuesta por Bruselas.

Triste consuelo

Sin que sirva de consuelo, el Ibex-35, que desde hoy vuelve a tener ese mismo número de miembros tras la salida de Ebro Foods, 'solo' cayó ayer un 2,76%, lejos del 2,9% que se dejó el CAC 40 de la Bolsa de París, del 3,4% que retrocedió el Dax Xetra alemán o del 3,8% de derrumbe registrado en Milán. El Eurostoxx (que agrupa a las 50 mayores compañías europeas) perdió un 3%.

Pero el acoso a España, acrecentado ahora por las dudas sobre el futuro europeo, no es una novedad. El Ibex acumula una caída del 20% en lo que va de año, con casi todo el selectivo damnificado, y en los últimos doce meses han 'desaparecido' más de 170.000 millones del parqué español. Es la banca la que suscita más dudas. Los mensajes del FMI sobre la posibilidad de que el negocio financiero busque en los fondos de rescate europeos el capital que necesita no ayudan. Como tampoco benefician los mensajes difusos de las autoridades nacionales sobre la siguiente vuelta de tuerca en la reordenación del sistema financiero. ¿Habrá o no banco malo? ¿Quién pagará la factura de los activos tóxicos que puedan salir a la luz? Esta semana, el negocio debe 'desnudarse' y presentar sus cuentas del primer trimestre. La expectación respecto a las cuentas, y más que nada sobre la exposición de cada cual al ladrillo, es máxima.

Este penar de la banca española se refleja en el recurso de las entidades al BCE, donde solo en marzo pidieron 152.000 millones de euros en las subastas extraordinarias de liquidez a tres años, un 49% más que un mes antes.