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La provincia afrontará el verano con 800 plazas hoteleras menos
El cierre de tres grandes hoteles en solo cuatro meses genera preocupación en el sector, que encara una dura temporada
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl cierre inesperado de tres grandes hoteles en la costa gaditana ha sembrado la preocupación en el sector, que afronta con incertidumbre la temporada alta. Primero fue el Duques de Medinaceli, que cerró poco antes de la Semana Santa derivando todas las reservas al Monasterio San Miguel. Son en total 28 habitaciones que albergaban entre 50 y 60 camas.
Y este último fue el siguiente echando el cerrojo vía desahucio por el impago del alquiler del edificio. En el proceso se han perdido otras 165 habitaciones, con unas 350 plazas que no serán ocupadas hasta que otras empresas asuman la gestión.
El último en caer es el Hotel Gran Colón Costa Ballena, que también había pertenecido al grupo Jale, como los dos anteriores, pero que actualmente se encontraba en manos de Ernst & Young, PriceWaterhouse y Banesto, administradores concursales del establecimiento. Un ERE pesaba sobre la plantilla desde enero con la intención de volver al trabajo después del 31 de marzo, pero el expediente ha sido paralizado y la apertura continúa en el aire. De esta manera se pierden otras 200 habitaciones y más de 400 plazas.
Si se hace la suma suponen en torno a 800 camas que no estarán disponibles para este verano en Rota y El Puerto. Tampoco parece que la Costa de la Luz pueda contar con las 124 habitaciones del Hotel Atlántico de Cádiz, que solo recibe reservas a partir de septiembre, aunque su responsable, Paradores de España, garantiza que podrá abrir en junio, con la obra finalizada y el mobiliario instalado.
La situación resulta «verdaderamente preocupante» para el sector, tal como reconoce el presidente de la patronal hotelera, Stefan de Clerk. Señala que «son hoteles muy emblemáticos y el anuncio de cierre ha supuesto una auténtica sorpresa». Sin embargo, De Clerk deja claro que «se trata de cuestiones puntuales y no tiene por qué producirse nuevos cierres». También muestra su confianza en que pronto aparezcan grupos interesados en gestionar los edificios para que vuelvan a estar en activo y asegura que «Horeca colaborará en todo lo posible para que así sea».
Proyectos en el aire
Esta pérdida de plazas ha supuesto un varapalo para El Puerto, que ya asistió hace unos años al cierre de los hoteles Caballo Blanco y el Club Mediterráneo, ambos en Valdelagrana. La concejala Patricia Ybarra ya mostró su preocupación ante esta situación y el compromiso del Consistorio para atraer el mayor número de inversiones posibles.
A la pérdida de estas plazas hay que añadir los grandes proyectos planteados en la costa que se han quedado congelados por falta de financiación. Uno de ellos es el ideado por la Sociedad Club de Mar, propietaria de la última parcela hotelera del Novo Sancti Petri. Este grupo tenía previsto levantar un edificio de apartamentos turísticos de diseño vanguardista, que tendrá en torno a 250 habitaciones y cerca de un millar de plazas.
Para ellos necesitaría una inversión de unos 100 millones de euros que hasta ahora ninguna entidad bancaria está dispuesta a financiarlos. El concejal de turismo de Chiclana, Stefan Shauer, señala que «las negociaciones siguen aún muy paradas y será difícil llevarlo a cabo». Sobre el cierre de los hoteles que estaban en manos de Jale apunta que «ha sido producto de un modelo de gestión de un grupo ligado a la construcción» y asegura que «no es lo habitual».
Otro de los grandes proyectos es el previsto en el entorno de Malcucaña, en Vejer, donde se pretende levantar dos edificios de apartahoteles con unas 1.000 plazas disponibles. Hasta el momento todo sigue en fase de negociación y a la espera de lograr la financiación para llevarlo a cabo.
Y ya en la capital gaditana sigue sin una fecha clara el hotel que ese planteó en Valcárcel, que podría albergar hasta 180 habitaciones y 360 camas.