Pepe Mejías se sienta en el banquillo el 31 de mayo, acusado de un delito sexual
El exfutbolista se enfrenta a una pena de dos años de cárcel por un supuesto intento de agresión a una limpiadora de El Rosal
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUna leyenda del Cádiz C. F., cuyo nombre está grabado en letras doradas en la historia del equipo cadista, tendrá que lidiar con el peor encuentro de su vida, el partido más difícil donde se jugará una pena de cárcel y el honor que fue construyendo como futbolista cinco estrellas. Pepe Mejías se sentará en el banquillo el próximo 31 de mayo, acusado de un delito de agresión sexual en grado de tentativa. La víctima es limpiadora de la ciudad deportiva del club capitalino y cuando ocurrieron los hechos (agosto de 2009) que ahora serán juzgados era subordinada de Mejías, que ostentaba el cargo de responsable de esas instalaciones.
La Fiscalía solicita una pena de dos años y tres meses de prisión por el citado delito y considera probado en su escrito de calificación provisional, que Pepe Mejías se coló en la zona de vestuarios cuando la víctima se encontraba duchándose. «Trató de entrar en la misma ducha colocándose delante de la puerta abatible», describe el auto de procesamiento que dictó la jueza del nº 1 de Puerto Real, que se encargó de la instrucción del caso. Tanto el procesado como la denunciante coincidieron en sus declaraciones durante la investigación que el exfutbolista le propuso desde fuera si quería que le hiciera un masaje y ella se negó. El fiscal, que reproduce en su escrito de acusación los mismos hechos que la jueza instructora consideró indiciariamente probados, señala que ante la negativa de la chica, el que fuera directivo del Cádiz C. F. empujó supuestamente «en repetidas ocasiones» la puerta de la ducha hasta lograr tocar a la víctima.
En ese momento se inició un forcejeo, según las actuaciones judiciales, que acabó con la mujer saliendo a toda prisa de los vestuarios y detrás de él, el presunto agresor. En el juicio, que se celebrará en el juzgado de lo Penal nº 5 de Cádiz, declararán otros testigos además de la víctima. Y es que Pepe Mejías, según esos testimonios que ya se prestaron durante la instrucción, salió corriendo detrás de ella y a voz en grito le pidió que no le denunciara: «Por la gloria de tu padre, por mis hijos y por mi nieto: no vayas a decir nada».
A lo largo del procedimiento, el exfutbolista no negó lo ocurrido pero encuadrándolo en una broma que quiso gastarle a la limpiadora y que ella malinterpretó. Sin embargo, este episodio puso fin a su carrera dentro del Cádiz. El club lo despidió por comportamiento inadecuado con una empleada y aunque Mejías recurrió esta decisión por considerarla improcedente, el juez de lo Social desestimó su demanda, reconociendo al club su derecho a aplicar un régimen sancionador a sus empleados.