Orozco reconoce que habló con Blanco porque estaba «obligado como empresario»
El industrial, amigo del exministro, dice al juez que él y su socio Dorribo se reunieron con Feijóo en 2010 para presentarle un proyecto
MADRID. Actualizado: GuardarEl industrial amigo de la «infancia» de José Blanco admitió ayer ante el juez del Tribunal Supremo, José Manuel Soriano, que informó al exministro de los problemas de sus negocios porque era su «obligación como empresario», como también hizo con el presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alberto Núñez-Feijóo, con el que se reunió junto a su socio Jorge Dorribo el 14 de octubre de 2010 para hablar de una plataforma logística que querían montar.
José Antonio Orozco, vicepresidente de transportes Azkar, aseguró que de las conversaciones con Blanco no obtuvo «algo más que el traslado de una información», en referencia a la tramitación de la licencia de una nave en Sant Boi, Barcelona, y al expediente de expropiación de unos terrenos para ampliar el aeropuerto de La Coruña.
Según su declaración judicial, Orozco centró sus contactos con Blanco, ampliamente acreditados en la causa del Supremo contra el exministro por cohecho y tráfico de influencias, para que le informase de proyectos empresariales y «para que los conociese y pudiese opinar sobre ellos».
En ese punto y a preguntas del fiscal Manuel Dolz, que lleva el peso de los interrogatorios, Orozco contó con pelos y señales una de las gestiones de Blanco sobre uno de sus negocios, la nave de Sant Boi. Aseguró que informó al exministro de Fomento de los contratiempos para la obtención de la licencia. Lo hizo, dijo, «nada más para que sepa que tiene esa circunstancia» porque además es su «obligación como empresario explicarle que tiene un problema», pues en esa instalación tenía previsto crear 400 puestos de trabajo.
«Se resolverá en un tiempo»
El empresario, sin embargo, exoneró a Blanco de la gestión directa con el alcalde de esa localidad y supo que le habían concedido la licencia tras una llamada del Secretario de Estado de Transporte, Isaías Taguas, y una posterior reunión con el regidor de Sant Boi. «Ahora -señaló Orozco al fiscal- esa nave de Azkar emplea a 3.000 personas y facturó el pasado año 365 millones».
El otro asunto de calado fue una supuesta gestión de Blanco para que le informase sobre cómo iba a afectar la expropiación de unos terrenos en La Coruña a una empresa de 250 trabajadores «en la que no tenía interés económico». Orozco reconoció que habló con el exministro de Fomento y este le llegó a mandar un mensaje «señalando que el asunto se resolvería en un tiempo».
También reconoció que habló con Blanco sobre un proyecto de recogida de medicamentos, Sigre, que quería montar con su socio Jorge Dorribo, el empresario farmacéutico que acusa al diputado socialista. Dijo Orozco al juez que a la salida de su despacho le preguntó a Blanco sobre un crédito de fondos europeos de tres millones para este proyecto y este le dijo que preguntaría «a Economía», aunque después supo que esa competencia era de la Xunta de Galicia.