ESPAÑA

El testaferro exonera de todo al duque de Palma

El administrador de la empresa usada para evadir capitales asegura que la fundó por orden de Diego Torres

PALMA DE MALLORCA. Actualizado: Guardar
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El amigo no traicionó al duque. Mario Sorribas, el íntimo de Iñaki Urdangarin que desde verano de 2009 dirige su empresa familiar, Aizoon, echó ayer una mano impagable al yerno del Rey. Aseguró ante el juez José Castro que la creación de 'De Goes Center for Stakeholder Managent', la firma usada por el entramado Nóos para evadir supuestamente a Belice más de 600.000 euros provenientes de una ONG para niños discapacitados, fue idea de Diego Torres y que Urdangarin jamás tuvo nada que ver con esa firma fantasma hispano-británica.

Sorribas, administrador único de 'De Goes', dijo que fue Torres quien en 2006, poco después de que Urdangarin rompiera, al menos formalmente, con Nóos, le convenció para que fuera al notario como máximo responsable de esta firma. No obstante, dijo ser poco más o menos un 'hombre de paja', que no sabía para que se usaba y que jamás estuvo al tanto de las entradas de dinero procedentes de las empresas ligadas a Torres y Urdangarin. Dinero que luego, supuestamente, salía a países de fiscalidad dudosa. Nunca, apostilló, habló con el yerno del Rey de detalles sobre 'De Goes'.

Mario Sorribas, imputado en este sumario, también explicó su papel en Aizoon, con clara intención de no implicar a su amigo el duque, pero tampoco mojarse demasiado. Dijo que aceptó ser el apoderado de Aizoon cuando el matrimonio Urdangarin-Borbón se marchó a vivir a Washington porque el duque necesitaba alguien que se ocupara del día a día de la empresa que dejaba en Barcelona. Según Sorribas, jamás supo el dinero que manejaba la inmobiliaria porque, en realidad, él se ocupaba de cuestiones menores como pagar facturas y proveedores.

La de Sorribas no fue la única declaración de ayer en los juzgados de Palma ni la única que sirvió para exculpar al duque. Juan Pablo Molinero, pieza clave en la operación para que Nóos mediara en el patrocinio del Gobierno balear al antiguo equipo ciclista Banesto por el que Urdangarin se embolsó cerca de 300.000 euros, también echó las culpas al socio.

Molinero, que en su declaración había asegurado que todas las decisiones en el instituto se tomaban a medias entre Urdangarin y Torres, matizó ayer. Solo el profesor de Esade se ocupaba de los números, los contratos y las facturas con el Gobierno de Jaume Matas; el yerno del Rey era ajeno a esos asuntos, pues se limitaba a centrarse en el tema deportivo y de las grandes líneas de patrocinio.