![](/cadiz/prensa/noticias/201203/05/fotos/8987343.jpg)
La colisión entre dos trenes deja por lo menos 16 muertos en el sur de Polonia
Ninguno de los 16 estudiantes españoles de Erasmus que viajaba a Cracovia resultó herido de gravedad tras el accidente
VARSOVIA. Actualizado: GuardarUna colisión entre dos trenes de pasajeros ocurrida en la noche del pasado sábado en Chalupki, en el sur de Polonia, causó la muerte de al menos 16 personas y más de medio centenar de heridos, la mitad de los cuales se encuentra en estado grave. En uno de los convoyes viajaban 16 estudiantes españoles que se dirigían a Cracovia y resultaron ilesos.
Los jóvenes, que cursan una beca Erasmus en Florencia (Italia), viajaron a Polonia para hacer turismo y visitar las ciudades de Varsovia, Cracovia y Wroclaw. Este grupo de universitarios de ambos sexos tienen entre 21 y 27 años y proceden de Andalucía, Asturias, las Islas Canarias, la Comunidad Valenciana y Madrid. Los 16 españoles y todos los pasajeros que resultaron ilesos en la catástrofe ferroviaria fueron alojados en una escuela cercana al lugar del siniestro y después trasladados en autobús a Cracovia, según confirmó el embajador de España en Varsovia, Francisco Fábregas.
Pablo Aguilar de Tena, uno de estos jóvenes españoles, contó que oyeron «un ruido tremendo», pero no pensaron que «el accidente fuese tan grave». «Lo que vimos fue terrible. Un montón de heridos, gente gritando y amasijos de hierros por todas partes», declaró.
Según la compañía estatal de ferrocarriles, unas 350 personas viajaban a bordo de los dos trenes en el momento de la colisión. Las dos locomotoras y tres vagones quedaron completamente destrozados por la fuerza del impacto, pero los últimos coches -donde viajaban los estudiantes españoles- no sufrieron grandes daños. La Fiscalía polaca ya ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente y los primeros indicios apuntan a un error humano como posible causa del siniestro. A última hora de ayer, un centenar de policías, 450 bomberos y numerosos equipos de emergencia seguían trabajando a contrarreloj para despejar la zona donde se produjo la catástrofe.
Una tragedia histórica
Tras llegar al lugar del accidente, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, destacó que su país había sufrido «la catástrofe ferroviaria más trágica» de su historia. «La realidad es mucho más dramática que las imágenes», lamentó y prometió apoyo a las víctimas y sus familiares. El presidente de Gobierno, Bronislaw Komorowski, también se acercó al lugar del accidente y agradeció a los vecinos la rapidez con la que atendieron a los viajeros heridos antes de la llegada de los primeros equipos de rescate.
«Sentí el golpe. Choqué con la persona que estaba delante. Las luces se apagaron y todo saltó por los aires. Volamos por el vagón como maletas. Oíamos gritos y rezamos», relató un superviviente a la televisión pública polaca. Un vecino de la zona, Gregorio Wyrwal, declaró: «Escuché el rugido y el estruendo del accidente cuando me encontraba en mi casa. Ha sido algo terrible». Un bombero calificó de «terrorífica» la colisión.
Polonia cuenta con una amplia red ferroviaria construida en su inmensa mayoría en la etapa comunista y numerosos expertos ya habían alertado a las autoridades sobre el mal estado de las vías y trenes. De hecho, el Ejecutivo de Varsovia ha recibido casi 28.000 millones de euros de los fondos europeos para modernizar el ferrocarril. Y es que tanto el material ferroviario fijo como el rodante está deteriorado y es impropio de un país europeo como Polonia, que aspira a ser relevante en la Unión Europea.