La historia interminable del tranvía
El proyecto amenaza con estancarse de nuevo ante la disputa de las administraciones, lo que no impedirá que circule el tranvía La Junta no hará más obras y el Consistorio no recepcionará los trabajos
Actualizado: GuardarLa situación de la calle Real es complicada, ya que el futuro de su titularidad aún no se ha definido. La Dirección General de Ferrocarriles, el Consorcio de Transportes, el Ayuntamiento, la Junta. Demasiadas administraciones para ponerse de acuerdo. Ahora mismo la responsable de sus obras es Obras Públicas y para dar por concluida la actuación, precisa del visto bueno del Consistorio. Es decir, que el Ayuntamiento tiene que recepcionar la obra. Pero desde el equipo de Gobierno local ya se ha dejado claro que no se realizará ese trámite, al menos que la Junta garantice las obras complementarias del tranvía. Ahora bien, la administración autonómica también ha dejado claro que no llevará a cabo ninguna otra actuación referente al nuevo medio de transporte. Ni la carretera por detrás del Janer, ni aparcamiento disuasorio en La Magdalena ni la reurbanización de las calles transversales a Real.
Entonces, ¿qué ocurrirá con la calle Real? En este sentido hay que dejar una cosa clara y es que pase lo que pase, para lo que no hay impedimentos es para que pase el tranvía. El nuevo medio de transporte pasará por Real de manera independiente a este enfrentamiento. Ahora bien, ¿a quién corresponde su mantenimiento?, ¿quién toma las decisiones de cortar la calle? Como la obra ha sido contratada por Obras Públicas es la que actualmente tiene la potestad en este sentido y por tanto si no se recepcionan las obras por el Ayuntamiento se tendrá que hacer cargo de los gastos de limpieza y reparaciones. Otra cuestión es que sean asumidas por esta administración o se caiga en una especie de limbo con la calle en el olvido. Por otro lado, puede ocurrir que el enfrentamiento entre ambas administraciones se agrie a consecuencia de este punto y por tanto se puedan producir situaciones estrambóticas, más aún de las que ya se han dado por decisiones judiciales. Porque, el Ayuntamiento es el que debe pedir permiso para la realización de actos, eventos o incluso colocación de adornos en la calle Real. Actualmente y ante el consenso del diálogo no se ha puesto ningún problema para que el Consistorio haga sus planificaciones en la vía, pero si la confrontación llega a más, Obras Públicas puede impedir incluso la colocación de la iluminación de Navidad por Real.
Otro de los problemas evidentes es el de la reposición continúa de losas. Al parecer existe una cláusula por el que la empresa se hace cargo de este aspecto durante los próximo cinco años y siempre y cuando el daño no sea causado por el mal uso. Ya se ha advertido que la calle Real no soporta vehículos pesados. De hecho, una de las razones por las que aún no se ha puesto en funcionamiento una línea de autobús es precisamente por el tema de la responsabilidad en cuanto a los perjuicios, su mantenimiento y la administración competente para tomar la decisión final.
Otro tema es la afectación de la servidumbre ferroviaria. Varios colectivos y letrados han llamado la atención sobre este asunto. ¿Habrá qué pedir permiso para hacer reformas? ¿Cómo afecta a los entornos BIC? ¿Están muy cerca de diferentes construcciones las catenarias? ¿Quién decide cuándo pasa o no el tranvía? ¿Habrá qué adaptar la carrera oficial y horarios de desfiles y fiestas? ¿Qué pasará con el tráfico? Son algunas de las incógnitas que aún quedan por resolver.