Los asistentes a una fiesta 'pastillera' toman el centro histórico

Venían de diversos puntos de la provincia como Algeciras y La Línea e incluso de fuera de ella, fundamentalmente de Málaga. A través de la red, fueron muchos los jóvenes que ayer se congregaron en Jerez en torno a una fiesta de las conocidas como 'pastilleras', que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. La Policía, de hecho, estableció controles a la entrada de la ciudad en zonas como Cuatro Caminos y acudió al lugar donde se desarrollaba la fiesta (un bodegón en la plaza Silos) en varias ocasiones ante las diversas llamadas de los vecinos.

Altercados, botellones en los alrededores, ruidos y suciedad fueron las molestias que tuvieron que sufrir los residentes no solo de la citada plaza sino también de los espacios aledaños como la Alameda Vieja, donde grupos de jóvenes se reunían en torno a botellas de alcohol. Así lo aseguran numerosos testigos, que vieron cómo agentes de la Policía Nacional y Local se acercaban con frecuencia a pedir la documentación a algún individuo o a intentar sofocar los disturbios.

Los agentes, sin embargo, únicamente detuvieron a uno de los asistentes al evento al que le intervinieron un machete de considerables dimensiones. Así lo corroboraron fuentes policiales, explicando que se trata de un sujeto conocido por los funcionarios ante las continuas trifulcas que protagoniza. El incidente más llamativo, no obstante, se produjo a la salida de la fiesta, cuando un grupo decidió continuar la movida en el aparcamiento subterráneo de la Alameda Vieja.

Según las mismas fuentes, cuando los agentes se presentaron en el parking se encontraron con diversos coches con los capós en alto y la música a toda pastilla, jóvenes fuera de ellos haciendo botellón y lo que parecía un «estercolero», lleno de basuras. Los presentes incluso habían estropeado una de las barreras de salida del recinto, por lo que lo estaban abandonando montados en sus vehículos por las de entrada. Los funcionarios disolvieron al momento la reunión, ya entrada la mañana.

La peor parte, como se ha mencionado anteriormente, se la llevó el vecindario que ha manifestado sus quejas en reiteradas ocasiones por las molestias derivadas de la movida juvenil y los botellones, que siguen estando prohibidos. Un ejemplo claro de ello se produjo en la pasada Nochevieja, cuando la plaza Silos se convirtió en uno de los puntos más candentes de movida juvenil y conflictos varios.

Ése fue el enclave elegido, como volvió a ocurrir ayer, para la celebración de una fiesta 'pastillera', por lo que el despliegue de las Fuerzas de Seguridad fue importante con una dotación de las UPR incluida (Unidades de Prevención y Reacción). Según las fuentes consultadas, los locales existentes en esta plaza suelen ser elegidos como escenario para este tipo de actividades, que normalmente no cuentan con la connivencia de los propietarios que se limitan a alquilarlos sin tener constancia de lo que se desarrolla en ellos.

Fiestas en las que corren el alcohol y las drogas, y que en ocasiones acaban con peleas y reyertas sin que nadie les ponga coto.