Crímenes y horrores en Siria
Actualizado: GuardarDesafortunadamente, Rusia y China vetaron ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de firme condena del régimen sirio que ni siquiera pedía la dimisión del presidente Assad ni sugería la posibilidad de una intervención internacional. El dúo Moscú-Pekín impidió que se enviara un mensaje de condena a Damasco que hoy respalda el mundo entero. El Ejército y las fuerzas de seguridad habían lanzado el viernes un ataque devastador sobre la ciudad de Homs, un bastión islamista, y matado en las últimas 24 horas tal vez a más de 200 personas, según cifras concordantes de varias fuentes. Aparentemente se trató de represalias ciegas por la muerte de un número considerable de sus militares. La decisión, amén de ser un condenable acto de crueldad gratuita con la muerte de muchos civiles, traduce la debilidad de fondo del régimen, que, definitivamente, opta por la represión inmisericorde como única vía de supervivencia, consagra casi definitivamente una guerra civil que debió evitar cuidadosamente y se queda prácticamente solo. Esta soledad no ayuda a un régimen ciego que rehusando una salida pactada, comete, además de crímenes, graves errores.