Londres y Buenos Aires cruzan dardos sobre las Malvinas
David Cameron califica como 'colonialista' la reivindicación argentina de la soberanía de las islas
Actualizado: GuardarMás se acercan las fechas en las que las compañías que exploran las costas de las islas Malvinas tendrán que anunciar si han encontrado pozos multimillonarios de petróleo y gas, y más terso es el lenguaje de la diplomacia con megáfono entre Argentina y Reino Unido. La tensión coincide también con la cercanía del trigésimo aniversario de la guerra entre ambos países.
Políticos argentinos reaccionaron con sarcasmo a la calificación como 'colonialista' de su reivindicación de la soberanía de las islas, por el primer ministro británico, en el curso de un debate en la Cámara de los Comunes, esta semana. David Cameron describió así al Gobierno de Buenos Aires, por no respetar la autodeterminación de los habitantes del archipiélago, cerca de tres mil.
«La mejor respuesta que se me ocurre es enviarle un libro de historia de regalo. Cameron no leyó ninguno de los libros de historia ingleses», dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores argentino, Héctor Timerman, que visitaba Honduras. «No se entiende que el país que fue el símbolo del colonialismo en los siglos XVII, XVIII y XIX, e incluso en el XX, pueda acusar a un país que ha sido víctima del colonialismo de todo tipo y color. La gente se ríe cuando lee eso». Los sucesivos gobiernos de los Kirchner cambiaron la política de acercamiento a los habitantes de las Malvinas, que llevó a cabo Carlos Menem y han logrado algunos triunfos diplomáticos. Hillary Clinton invitó en 2010 a ambos países a negociar.
Simpatía
En Latinoamérica se ha extendido la simpatía hacia la reivindicación de soberanía y Mercosur acordó en octubre que ningún puerto de sus países miembros acepte el atraque de barcos con bandera de las Malvinas. Los afectados son buques pesqueros de empresas españolas, porque los barcos de la marina mercante británica navegan con el pabellón de su país.
Las empresas que exploran las costas aspiran este año a detectar depósitos con capacidad de producir 8.300 millones de barriles de petróleo, que representan tres veces más que las reservas británicas actuales en el Mar del Norte. La diplomacia más exigente de Buenos Aires busca una negociación beneficiosa sobre el reparto de los potenciales recursos de petróleo y gas.
Por último, el príncipe Guillermo estará en la base aérea británica en Malvinas en febrero y marzo, con su unidad de rescate marítimo. Cameron ha dicho que el Consejo de Seguridad ha aprobado planes de defensa para una emergencia. Pero es aún impensable que la tensión entre los dos países adquiera un tinte bélico.