El peor sitio para empezar el año

Si hay un lugar complicado para tratar de comenzar con buen pie el 2012 ése es Riazor, y precisamente allí es donde los hombres de Vicente Moreno tendrán que subir el primer escalón del año nuevo. El destino ha querido que el Xerez vuelva a la competición en el terreno de juego más complicado de la categoría, un estadio en el que, hasta la fecha, el Deportivo de La Coruña solo ha caído derrotado una vez y ha concedido un empate. Todo lo demás han sido victorias y goles, muchos goles, pues también es el campo en el que más tantos a favor ha logrado el cuadro local. La media es impresionante a pesar de que los gallegos no han logrado marcar en todos los encuentros. Pese a ello acumulan una media de más de goles por encuentro. En concreto han sido 20 tantos los que han anotado en los nueve partidos disputados en territorio gallego, lo que deja una media de 2,2 goles por partido.

Pero estos impresionantes datos no será lo único que el Xerez se encuentre en Riazor, además, los azulinos se toparán con una afición que vuelve a arropar a su equipo como en las mejores noches europeas. El estadio del Depor se llena prácticamente todas las semanas, pues el deportivismo está poniendo mucho de su parte para que los gallegos vuelvan a Primera División cuanto antes. Esto quiere decir que el Xerez tendrá que luchar contra unas estadísticas impresionantes, la mejor plantilla de la categoría (confeccionada con un terrorífico presupuesto de 45 millones) y una grada que apretará de lo lindo para que el Depor sume lo tres puntos y se mantenga en la zona alta de la tabla.

El escenario no es el mejor para empezar el 2012, pero a pesar de todo los azulinos han viajado hasta La Coruña con la valentía por delante. Son conscientes de que el Depor no sabe jugar a otra cosa que no sea al ataque y por eso en el Xerez están prácticamente resignados a encajar goles. Pero también tienen la intención de jugar sin miedo y están dispuestos a luchar de tú a tú, de arriesgar y apostar por un marcador abierto y repleto de goles. Al menos esa es la declaración de intenciones que han realizado jugadores y técnicos durante toda la semana. Otra cosa bien distinta será lo que el rival les permite hacer.

Por lo pronto, el once con el que Vicente Moreno comenzará el año es toda una interrogante. El valenciano ha demostrado en las pocas semanas que lleva al frente del equipo que no es de los que va a enseñar sus cartas. Prefiere guardarlas, mantener en tensión al grupo y dar a conocer la alineación en el último momento. Lo normal es que dé continuidad al once que logró la última victoria del 2011 en Chapín, pero sería solo lo normal y no están descartadas las sorpresas.

En la portería Doblas tiene prácticamente garantizado su puesto toda vez que Chema no ha podido cumplir los plazos que se marcó y se quedó fuera de la convocatoria. El meta alicantino todavía no está al 100% y habrá que esperar a la semana que viene para ver si entra en la lista e incluso si le quita el puesto a Doblas.

En la defensa, Mendoza y Raúl Cámara tienen un puesto garantizado en los laterales, mientras que David Lombán y Gerard están llamados a ser la pareja de centrales titulares aunque no se puede descartar a Robusté.

El centro del campo presenta más dudas. Bruno Herrero y Miguel Ángel Cordero se juegan un puesto, pues José Rueda y Capi parecen tener asegurada su presencia en el once. En las primeras alineaciones de Moreno, el valenciano apostó por el centrocampista lebrijano, pero ante el Cartagena causó baja, tuvo que jugar Bruno Herrero y el equipo ganó. Por tanto, ahora la situación está muy igualada y cualquiera de los dos podría aparecer en el centro del campo.

Las bandas están siendo las grandes novedades respecto a la era Juan Merino, pues Moreno revolucionó apostando por Capdevila -sin minutos hasta la llegada de Vicente al banquillo- y Campano -que había jugado poco y de lateral-.

Y por último, en punta todo hace indicar que será Vélez el que tenga continuidad tras sus últimos dos goles. La cuestión es que no es nada fácil dejar a un hombre como José Mari en el banquillo, por eso tampoco habría que descartar que jugarán los dos y se sacrificara un hombre del centro del campo.