Sociedad

«David Fincher me ha abierto los ojos a otras cosas, a otros mundos»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Daniel Craig (Chester, Reino Unido, 1968) es incapaz de dejar las manos quietas. Ve un bolígrafo y un cuadernillo y se pone a dibujar como un niño. Lo primero que perfila son tres letras: LFC. Tal vez su amado Liverpool Football Club. Después ya empieza a garabatear letras, casas y jardines. Solo deja el bolígrafo cuando contesta a una pregunta sobre su última película, 'Millenium: los hombres que no amaban a las mujeres', la versión americana que David Fincher ha rodado de la novela de Stieg Larsson, que se estrena el 13 de febrero. Craig contesta con un gran sentido del humor, aunque del próximo James Bond y su villano, Javier Bardem, pasa de puntillas.

- ¿Cómo se transforma en el periodista Mikael Blomkvist, un personaje que está en el imaginario de todo el mundo?

- En primer lugar está el libro, que es genial y lo tiene todo. Con lo que yo sabía de la novela y el guion intenté encontrar ese punto medio positivo, porque es imposible complacer a los lectores que ya conocen el personaje.

- ¿Dudó en aceptar el papel?

- No. Era una película de David Fincher, ja, ja.

- La cinta ofrece una visión desconocida de Europa para el espectador estadounidense. ¿Qué opiniones ha recogido usted allí?

- Creo que la mayoría de los americanos, después de ver esta película, van a creer que los europeos asesinamos a nuestros enemigos en los sótanos de las casas, ja, ja. Además, no tienen una idea clara de nosotros. Siempre piensan que estamos fumando, bebiendo o follando... Y creo que en parte es verdad (sonríe). Yo llevo viviendo desde hace un tiempo en Estados Unidos, y siento que no sé mucho de ellos. Solo puedo rascar un poco de la superficie. Es un país que me resulta muy lejano. Cuando veo a directores como David Lynch o David Fincher que están intentando mostrar la parte oscura del ser humano me identifico más.

- Fincher prefirió rodar en Suecia y no llevarse la acción a Estados Unidos. ¿Es fundamental esta decisión para que se entienda la película?

- Por supuesto. La esencia del libro es Escandinavia, es Europa. En Nebraska, por ejemplo, hay una actitud totalmente distinta hacia el sexo que en Suecia. Es muy difícil explicar allí que un periodista mantenga relaciones con una colega casada y que al marido de ésta no le importe nada la relación. El traslado a América le hubiera quitado credibilidad a la historia, se hubiera traducido mal y hubiera acabado como un 'thriller' americano más de taquilla media.

- ¿Qué es lo que le ha costado más en la interpretación?

- Transmitir la imagen de un hombre que tiene una actitud positiva, que piensa que todo va a salir bien.

- ¿Y cómo trabajaron usted, Rooney Mara (Lisbeth Salander) y el director los aspectos más psicológicos de sus personajes?

- Lo primero que se transmite es la falta de fe que Mikael tiene en la sociedad. Él ya ha investigado a gente mala, ya sabe que hay mucho mal en el mundo porque ha tenido que lidiar con él. Pero lo sorprendente es que se cruza con una mujer joven como Lisbeth que lo protege. Cogimos el guion y discutimos mucho con el objetivo de mantenernos conectados a la esencia, hasta que todo fluye y no es nada rígido.

- Ha trabajado con Fincher, Jim Sheridan y ahora con Sam Mendes. ¿Cómo vive este momento de su carrera personal?

- David es un genio. Me ha abierto los ojos a otras cosas. Mantiene siempre una perspectiva completa de lo que está pasando. En cuanto a mi momento personal... estoy en un gran momento, sí.

«No me creo todo lo que leo»

- ¿Qué visión tiene de los medios de comunicación después de rodar 'Millennium'?

- Admiro el periodismo desde siempre. Tengo fama de estar en contra de los medios, pero no es verdad. Para mí, el periodismo de verdad es el que cuenta en los países árabes. Ahí está bastante clara la importancia de los medios de comunicación. Pero yo estoy en contra del cotilleo, de la prensa rosa. No me parece que tenga nada que ver con el periodismo. Fui criado para no creerme todo lo que leo. Es así porque he vivido siempre en un país en el que hemos disfrutado de libertad de prensa. Si hubiera nacido en una dictadura probablemente no pensaría de la misma manera.

- ¿Cree que películas como está ayudan para erradicar la violencia contra las mujeres?

- No lo sé. No creo que las películas deban tener la capacidad de cambiar el mundo. Esta película versa sobre el abuso de poder y me parece interesante porque provoca discusión. También aparece la violencia machista, un asunto que debería estar en primera línea.