El presidente no quiere fichajes

La puerta de salida del Xerez se abrió durante las vacaciones de Navidad para que salieran de la entidad azulina Óscar Díaz y Raúl Llorente, pero a pesar de que la sociedad anónima deportiva jerezana rentabilizará estas dos operaciones con unos 190.000 euros, no parece que la puerta de entrada del club se vaya a abrir durante el mercado de invierno. Y es que ayer Antonio Millán confirmó en los micrófonos de Cope lo que LA VOZ ya adelantó el pasado lunes: en el club no están por la labor de gastar el dinero que dejará la marcha de Óscar Díaz y Raúl Llorente.

La cantidad que podría manejar Viqueira para reforzar el equipo en el mes de enero es importante, pues hay que tener en cuenta que el Xerez se ahorra una parte importante de la ficha de dos jugadores y que además ha recibido ingresos por el traspaso de Óscar Díaz al Girona. El montante de la operación -es decir, entre lo que se ahorrar y lo que ingresa- está en torno a los 190.000 euros, pero todo apunta a que Viqueira no podrá tocar ni un solo euro.

La decisión aún no es definitiva, pues los administradores aún no se han reunido con el gallego para tratar el tema. Posiblemente el director deportivo y los administradores se vean hoy las caras, y será en esa cita -si es que llega a producirse- cuando Jesús Rodríguez y Antonio del Puerto comuniquen sus intenciones a un Emilio Viqueira que tendrá que buscar refuerzos a coste cero si pretende reforzar la primera plantilla azulina.

Tajante

A pesar de que antes de las vacaciones de Navidad se afirmara que el único camino para realizar fichajes era rescindir el contrato de algún futbolista de la actual plantilla, ahora Antonio Millán ha cambiado de opinión. El presidente, que llegó a afirmar que incluso había dinero para fichar un nuevo entrenador, tiene ahora muy claro que no quiere que el Xerez incorpore futbolista alguno: «Yo ya le había comentado mi parecer a los administradores y mi opinión es tajante. Para el mercado de invierno no puede haber ni un solo euro porque el dinero que se ha ahorrado con la transferencia de jugadores servirá para equilibrar el presupuesto. Lo que no puede ocurrir es que el año que viene tengamos otro déficit en el presupuesto. Esta es una cuestión económica que tendrá que ver Emilio Viqueira junto con los administradores. Mi opinión es que no se puede gastar ni un solo euro y creo que de la misma manera piensan los administradores concursales. Ahora en el mercado de invierno podrían venir refuerzos a coste cero, en eso no habría problemas, pero tendría que ser a coste cero o nada porque no tenemos dinero ahora mismo para poder hacer frente a esos posibles pagos».

Millán ha comentado el tema con los administradores y Javier Tebas, y parece que entre ellos sí hay consenso. El que todavía no sabe nada de esto es el director deportivo: «A Emilio no se lo he podido decir porque no he coincidido con él, pero a los administradores sí que se lo he expresado y también se lo comenté el otro día, estando todavía en México, a Javier Tebas. Además, él también opina lo mismo. Él daba el visto bueno a la salida de Raúl Llorente y Óscar Díaz, pero eso no significaba que ese dinero se fuera a invertir ahora en el mercado de invierno».

El motivo por el que el presidente no quiere gastar ese dinero en fichajes no es otro que el económico, pues la situación de las arcas del Xerez puede ser más que preocupante a pesar del concurso de acreedores. Millán explica que «en el actual ejercicio el problema es la crisis que todos conocemos y que ha hecho que la publicidad se venga abajo completamente y los ingresos no están siendo los esperados. Con lo cual, todo lo que pueda ahora mismo ahorrarse en cualquier concepto debe ir destinado a paliar esa desviación negativa. Además, el mercado de invierno no suele resolver gran cosa. Por otro lado, yo sigo diciendo que el Xerez tiene una plantilla suficiente para poder estar mucho más arriba en la tabla. Por lo tanto no nos encontramos en la situación de decir que dependemos del mercado de invierno para no correr el riesgo de descender. Esa no es la realidad».