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«Ya no te voy a pegar más porque hoy te voy a matar»

La Audiencia condena a dos años de prisión a un hombre que golpeó a su pareja y la encerró en su casa para que no pudiera acudir a una cita

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El 21 y el 25 de abril del año pasado son días imborrables para una vecina de Rota. Fue víctima de malos tratos por parte de su pareja, con la que mantenía una relación desde hacía tres años y con el que tiene una hija. El primer día le golpeó y la dejó encerrada durante horas en su casa. En el segundo episodio, el agresor le anunció que la mataría. La Audiencia Provincial acaba de condenar a dos años de prisión al autor de los hechos, quien reconoció lo ocurrido. La pena impuesta por la Sección Tercera le abre la puerta para solicitar la suspensión del ingreso en la cárcel por carecer de antecedentes.

El juicio, celebrado el pasado mes de noviembre, apenas tuvo materia de debate entre las partes. La defensa aceptó los cargos y las penas solicitadas por la Fiscalía en cuanto a los delitos de malos tratos y amenazas. Sin embargo, se oponía a la calificación de detención ilegal que realizaba el Ministerio Público sobre lo ocurrido el 21 de abril, cuando el procesado dejó encerrada a su pareja en su casa.

Según consta como hechos probados, la pareja inició una discusión en presencia de la hija pequeña porque la víctima le dijo al agresor que quería cambiar de vivienda y que había concertado una cita para visitar otro inmueble. La respuesta de él fue golpearla, «causándole una contusión mandibular y a continuación, tomando los dos juegos de llaves para impedir que pudiera acudir a la cita concertada, se marchó de la vivienda echando la llave». La sentencia relata que en esa situación estuvo la mujer durante horas, hasta que el condenado decidió regresar a su casa.

Al día siguiente, aprovechando que estaba dormido, la víctima se desplazó a un centro de salud de la localidad roteña para que le atendieran de la contusión sufrida. En la sentencia se recoge que la mujer, por miedo a represalias, les dijo a los facultativos que había sido fruto de una caída.

Sin embargo, la actitud violenta del condenado no tardó en aflorar de nuevo. Cuatro días después de ese episodio, el procesado «se presentó en el lugar de trabajo de su mujer con una actitud agresiva». La mujer, atemorizada, se marchó a su casa por miedo a que la golpeara. Ya en el interior del domicilio, el agresor le anunció: «Hoy no te voy a pegar, ya no te voy a pegar más porque hoy te voy a matar». Tras esa terrible afirmación, se abalanzó sobre ella y «le propinó golpes en la cabeza, cuello y en los brazos, al tiempo que con un cuchillo la intimidaba».

La víctima -prosigue el relato de los hechos- estuvo a punto de perder la conciencia. Una amiga que acudió en su ayuda y la Policía que había sido alertada, la trasladaron a un centro de salud.

El tribunal no entiende que el encierro se pueda considerar un delito de detención ilegal sino de coacciones. Además de la pena de prisión, le impone al acusado la pena de 80 días de trabajos en beneficio de la comunidad y ocho años de prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros.