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Los astilleros dan un nuevo toque de atención pacífico ante la falta de trabajo
Unos 30 trabajadores de Navantia realizan una protesta de cuatro horas subidos en las grúas pórtico de la planta de Puerto Real
Cádiz Actualizado: GuardarLos astilleros gaditanos de Puerto Real y San Fernando se debaten entre el nerviosismo y la preocupación. La carga de trabajo es mínima y no hay nada firmado a corto plazo que garantice el futuro de ambas factorías. La plantilla lleva meses alertando de la situación de crisis sin que haya, por ahora, una respuesta alternativa.
Los comités de empresa de los astilleros fijaron un calendario de movilizaciones tras el verano y desde entonces han ido protagonizando actos de protesta, cuyo máximo ejemplo se vivió a mediados de noviembre cuando medio millar de trabajadores se desplazó a pie desde la planta de Puerto Real hasta el Ayuntamiento de la localidad para asistir a un pleno municipal donde se debatía una moción conjunta en defensa de la industria de la Bahía. Las movilizaciones no han cesado y ayer dieron un nuevo toque de atención al futuro Gobierno de la Nación. Medio centenar de trabajadores se subió a la terraza de las grúas pórtico para desplegar varias pancartas en señal de protesta por la situación que vive el sector de la construcción naval. Los manifestantes encendieron una fogata para mitigar el frío y permanecieron en lo más alto de la grúa por espacio de cuatro horas. El presidente del comité de empresa del astillero de Puerto Real, Ramón Linares (CC OO), destacó que después de Navidad volverán a la carga con nuevos actos de protesta y auguró un invierno con problemas si el Gobierno y la empresa no aportan una solución inmediata.
Las tres plantas gaditanas tienen una plantilla de 1.700 personas, mientras que la industria auxiliar aporta una mano de obra de 1.800 trabajadores. El problema de fondo de los astilleros de la Bahía, sobre todo de San Fernando y Puerto Real, es que Navantia no tiene ningún contrato firmado para salir al paso. El departamento comercial de la compañía ha desplegado en los dos últimos años una importante misión de negocios en casi una veintena de países, donde han presentado ofertas y opta a concursos públicos para construcción y renovación de flota pero, de momento, ninguno de estos acuerdos ha cristalizado.
Ramón Linares reclama, por tanto, que el Gobierno del PP, una vez que tome posesión, firme cuánto antes la orden de ejecución de los cinco BAM que ha dejado en el tintero el Ejecutivo de Zapatero. El gobierno socialista autorizó en octubre de 2010 la puesta en marcha de la segunda fase del programa de los Buques de Acción Marítima, que incluye la construcción de otros cinco barcos para la Armada española. Los ministerios de Defensa e Industria llegaron en 2011 a un acuerdo especial para su financiación y a lo largo del año se han dado pasos para sacar adelante este proyecto militar. Tras definir las características de dos de los cinco barcos, solo queda ahora que el Gobierno autorice definitivamente su entrada en producción. Según los trabajadores se trata de la única medida de salvación para los astilleros gaditanos.
La preocupación es máxima en las dos plantas donde se desarrolla la construcción naval. El pasado miércoles, el astillero de Puerto Real fue escenario de la ceremonia de entrega del sexto buque a la Armada de Venezuela. El 'Yekuena' abandonó así el dique de Matagorda. En su interior solo queda el 'Kariña', que se encuentra en la última fase de montaje y será entregado al Gobierno de Chávez el próximo febrero. Los representantes sindicales aseguran que después de esta entrega: «No hay nada más». Así, en la factoría de Puerto Real la actividad es mínima con solo un centenar de operarios rematando el encargo venezolano. Linares señala que la carga de trabajo en los talleres es prácticamente nula y solo se están haciendo pequeñas piezas para los submarinos que se fabrican en el astillero de Cartagena.
La situación en el muelle de La Carraca, en San Fernando, difiere poco de la que se vive en el de Puerto Real. Aquí, la terminación de dos buques para la Armada española aguanta el peso de la fábrica. Se trata de los últimos dos BAM de la primera serie de cuatro que se firmó en 2005 con el Gobierno español.
Los representantes sindicales prefieren no mencionar ni escuchar la palabra ERE o ERTE ante la falta de trabajo. Navantia espera la entrada en producción del contrato suscrito con Australia para la construcción en la Bahía de doce lanchas de desembarco, un pequeño contrato que alivia penas, pero que no soluciona el problema.
Los portavoces sindicales confirmaron a este periódico que se han llevado a cabo negociaciones con Venezuela para construir el octavo buque en Puerto Real, pero el Gobierno venezolano ha insistido en mantener el acuerdo como se firmó en 2005 y seguir con su ejecución en el astillero caribeño de Dianca por transferencia tecnológica. Venezuela no descarta ampliar el contrato de 2005 y encargar otros cuatro barcos en la Bahía, «pero esas conversaciones tardan», según Linares.
Navantia cumple justo ahora siete años de su reconversión. En 2004, los astilleros españoles integrados en Izar sufrieron un proceso de reconversión que dio lugar al nacimiento de Navantia. Los trabajadores confían en la lanchas y los BAM como un salvavidas temporal hasta que la compañía firme los nuevos contratos.