La lluvia ayudará a apagar los incendios en el noroeste

El frente de lluvias que arrecia desde ayer en el noroeste peninsular ayudará a apagar los incendios forestales que arrasan los montes de Galicia, Asturias y León, aunque las brigadas de extinción continuarán enfriando los rescoldos para evitar que se reaviven.

En Galicia, ayer quedó controlado uno de los fuegos de mayor envergadura de los últimos días en Galicia, que quemó más de 1.000 hectáreas y, aunque la Xunta admite cierta mejoría de la situación, la sigue considerando «preocupante». El fuego declarado en Lobios (Orense), que procede de un gigantesco incendio en Portugal, fue controlado, pero al cierre de esta edición continuaba ardiendo otro de grandes proporciones en Manzaneda, el mayor de los registrados en los últimos días en Galicia, que se calcula quemó unas 1.800. El último parte facilitado por la Xunta habla de ocho incendios activos y otros ocho controlados.

En Asturias, la lluvia y el aumento de la humedad favorecieron la extinción de los 21 fuegos que estaban activos, mientras que otros dos incendios, uno en Cangas del Narcea y el otro en el concejo de Somiedo, estaban controlados, informó el servicio de emergencias 112-Asturias. Ante la evolución favorable, el consejero de Presidencia, Florentino Alonso, rebajó del 1 al 0 el nivel de alerta del Plan de Emergencias de Protección Civil por Incendios Forestales.

En León, la lluvia y la bajada de las temperaturas ayudó a rebajar el nivel de alerta en el incendio de los montes próximos a Campo del Agua, en el municipio de Villafranca del Bierzo, dentro de la Reserva de la Biosfera de Ancares. Además, se originó un nuevo fuego a pocos kilómetros del incendio de Molinaferrera, en el que un brigadista perdió el lunes la vida. También en los Ancares leoneses los operativos de extinción lograron controlar el foco declarado en el término municipal de Candín, en un lugar próximo a la localidad de Balouta.