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El Gobierno aprueba ahora el cinturón antimisiles por exigencia de Estados Unidos

La decisión de incluir Rota en el escudo defensivo de la OTAN se toma con las Cortes españolas disueltas porque a EE.UU le urge cerrar las cuentas

CÁDIZ. CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Una de las incógnitas que surgieron nada más conocerse que Rota albergará la base naval más importante del cinturón antimisiles de Estados Unidos y la OTAN fue la de por qué ahora. Con las Cortes disueltas, las elecciones generales en puertas y un gobierno en retirada se podía interpretar la oportunidad de esta decisión de muchas maneras. Pero ayer el ministro portavoz del Gobierno, José Blanco, explicó a los medios de comunicacion que el Ejecutivo se ha sumado ahora al citado escudo antimisiles porque Estados Unidos necesitaba la confirmación de España para recogerlo en sus cuentas del próximo año. Estas prisas hay que entenderlas en el contexto de «fuerte competencia», como definió el vicepresidente de Política Territorial, Manuel Chaves, en Cádiz. Y es que, según contó el responsable socialista, este acuerdo ha sido el fruto de una dura competición entre todos los países del sur de Europa por quedarse con un proyecto militar muy rentable.

Pero la decisión apremiaba porque Estados Unidos (país que financia el cinturón defensivo) tenía que cerrar los presupuestos para ponerlo en marcha el próximo año. Y con estas prisas y el visto bueno estadounidense, el Consejo de Ministros, en su reunión ayer, autorizó el despliegue de cuatro buques Aegis de la Marina de Estados Unidos y sus tripulaciones en la Base Naval de Rota, de conformidad con los acuerdos adoptados en la Cumbre de la OTAN celebrada en Lisboa en noviembre de 2010, cuando los Jefes de Estado y de Gobierno decidieron desarrollar un sistema de defensa contra misiles balísticos para la protección de los pueblos, territorios y fuerzas de los países aliados. Esta argumentación legal fue aportada por la ministra de defensa Carme Chacón, el jueves pasado, para zanjar la polémica que creó el gobierno ruso cuando dijo que este cinturón antimisiles era una estrategia estadounidense para aumentar su poder balístico y amenazar a su armamento nuclear.

El PP conoce el proyecto

Según explicó ayer José Blanco en su comparecencia ante los medios, la apuesta por el sistema antimisiles «está hablada con el primer partido de la oposición», el PP, y se ha dado a conocer ahora porque Estados Unidos debía incluirlo en sus presupuestos para el próximo años. «Se tenía que haber adoptado en este momento», remarcó.

Además, el ministro Portavoz ha asegurado que «la Estrategia Española de Seguridad, en su página 64», ya abogaba por desarrollar un sistema de defensa frente a misiles de medio y largo alcance, y quiso dejar claro que el Gobierno ha seguido en este asunto los mismos parámetros que se aplican en acuerdos internacionales de similar naturaleza.

Según el Ejecutivo, la autorización de este despliegue reforzará la capacidad de defensa de la OTAN y constituirá una parte esencial de la aportación de España a dicho sistema de defensa antimisil. La presencia de los buques americanos en nuestras costas ha de hacerse «reconociendo la plena soberanía y control de España sobre su territorio, mar territorial y espacio aéreo». Con este objetivo, se autoriza el inicio de negociaciones con Estados Unidos para determinar de mutuo acuerdo las condiciones del despliegue, permitiendo la plena adecuación del Convenio de Cooperación para la Defensa a esta nueva forma de cooperación.

Se autoriza al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y al Ministerio de Defensa a poner en marcha las medidas necesarias para alcanzar este propósito, en particular a través del Comité Permanente Hispano-Norteamericano, en los términos previstos en el Convenio entre el Reino de España y los Estados Unidos de América sobre cooperación para la Defensa de 1 de diciembre de 1988.

IU critica el acuerdo

El coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, acusó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber «vendido Andalucía a los intereses militares de Estados Unidos por un plato de lentejas» al autorizar la inclusión de Rota en el escudo antimisiles de la OTAN «de acuerdo» con los líderes nacional y andaluz del PP, Mariano Rajoy y Javier Arenas, respectivamente, y «sin contar» con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán.

Tras criticar que se sitúe a Andalucía «a la cabeza del militarismo y el belicismo de la OTAN, con el riesgo que supone esto para la población andaluza», el líder andaluz de IU censuró también que Zapatero haya adoptado este acuerdo «al margen del Congreso de los Diputados y del propio presidente de la Junta, José Antonio Griñán».

El día de los grandes titulares fue el miércoles pasado, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firmó el acuerdo para la inclusión de la Base de Rota en el cinturón antimisiles de la OTAN en Bruselas. Un día más tarde, el jueves, compareció el vicepresidente de Política Territorial, Manuel Chaves, para aportar detalles en Cádiz. Pero realmente trajo unos cuantos detalles del convenio y, sobre todo, un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía en cuanto al armamento «exclusivamente convencional» que portarán los cuatro destructores con base en Rota.

Pero poco más. La letra pequeña del convenio entre España y Estados Unidos aún no se ha hecho pública. En todo caso, Blanco explicó ayer que, cuando se cierren las condiciones concretas del despliegue naval americano, el Gobierno de turno, «sea cual sea», dará cuenta razonada a las nuevas Cortes Generales. De estas afirmaciones de Blanco se deducen varios detalles más; que aún no se han atado todos los flecos de este gran acuerdo, que el Partido Popular ha de estar al corriente del convenio sobre el cinturón antimisiles y que es probable que sea el PP (en caso de ganar las elecciones del 20-N) el que tenga que explicar los inconvenientes, si los hay, del contrato cerrado esta semana por el PSOE. Mientras tanto, el líder popular andaluz, Javier Arenas, pidió explicaciones por parte del presidente andaluz, José Antonio Griñán. Estas no han llegado y el político socialista es de los pocos en no pronunciarse sobre este importante acuerdo.