Las obras también sirven para unir a los políticos

Los gaditanos esperan mucho del futuro puente de La Pepa. Por ejemplo, que se convierta en la columna vertebral de la Bahía o que simbolice el renacer de Cádiz. Pero quizá, más allá de mejorar las comunicaciones , su principal logro sea finalmente unir a los políticos por encima de sus diferencias, sus colores y sus rencillas. Este milagro se materializó ayer en la visita a las labores de colocación del tablero, que dejó varias imágenes amigables en una época tan agria como la preelectoral. Sin duda, la más destacada fue la que ilustra la fotografía superior, en que se vio al presidente de la Diputación Provincial, José Loaiza (PP), y a su antecesor en el cargo, Francisco González Cabaña (PSOE) charlando entre sonrisas, después de que apenas una hora antes ambos hubieran intercambiado duras críticas en sendas ruedas de prensa.

No fue el único gesto amable de la visita, que sin embargo, no podía disimular cierto tufillo electoral. De hecho, parecía más un acto de colocación de una primera piedra que la continuación de una obra que comenzó en 2007. En la visita no faltaba nadie (o casi, pues sí hubo alguna notable ausencia), con representante de todas las administraciones, desde las locales hasta las estatales: estuvo presente el delegado del gobierno en Andalucía, Luis García Garrido; el consejero de Presidencia de la Junta, Francisco Menacho y el ya citado presidente de la Diputación Provincial. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, acompañada de varios miembros del Equipo de Gobierno y concejales de la oposición, ejerció de anfitriona. Sin embargo, se echó en falta a su homóloga en Puerto Real, al otro lado del puente, Maribel Peinado (PA). También estuvieron los máximos responsables de la construcción, con el ingeniero Javier Manterola a la cabeza; y en la entrada de las obras, un grupo de trabajadores de Visteon se manifestaron contra el cierre de la compañía.

Con todo, el más esperado ayer era el vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, que tampoco pudo disimular que acudía como recién propuesto cabeza de lista del PSOE por Cádiz. Él mismo lo recordó, al decir que si sus «compañeros» lo aprueban así, dará más ruedas de prensa en la provincia. Además, lo acompañaban muy de cerca la que podría ser número dos en la lista al Congreso, la socialista Mamen Sánchez, y el congresista Salvador de la Encina. También se acercaron, de manera más informal y discreta, Francisco González Cabaña y el exconsejero de Presidencia en la Junta, Luis Pizarro.

Otro de los gestos 'amables' de la visita lo protagonizaron Chaves y Teófila Martínez, cuando éste cedió el primer turno de palabra a la alcaldesa en la rueda de prensa y Martínez se lo agradeció en público. También la acritud de la protesta de Visteon acabó en aplausos, cuando el vicepresidente se acercó a los trabajadores para trasladarles que el Gobierno velará «por sus intereses».

Sin embargo, cuando Chaves subió al estrado y contestó a las preguntas de los periodistas sobre «lo divino y lo humano» (según sus palabras), recuperó el lenguaje electoral menos apaciguador. Por ejemplo, sobre la oposición del Partido Popular a recuperar el impuesto sobre el patrimonio, dijo que lo veía «lógico», porque la «posición natural» del PP es «defender» a los que más tienen y «se asienta en los grandes patrimonios». También se mostró confiado en que el PSOE «remontará» en las elecciones, a pesar de los malos resultados de las encuestas que dan como ganador al PP, pues las propuestas de los socialistas son (según Chaves) «mucho más creíbles» que las populares. Además, el vicepresidente se refirió al secretario del PP-Andalucía, Javier Arenas, como un «gran perdedor», que lleva «tanto tiempo en política» como él, con la diferencia de que el pasado del líder popular es «bastante negativo». En ese momento de la rueda de prensa, tanto Martínez, como Loaiza, y demás políticos del PP que estaban en la visita ya se habían retirado.