El fenómeno Chapín
El Xerez ha dejado escapar más de la mitad de los puntos en los últimos 36 meses; El conjunto azulino ha mostrado su debilidad en casa con 16 derrotas cosechadas en los dos últimos años
JEREZ. Actualizado: GuardarLa derrota ante el Guadalajara hace semana y media en el estreno como local del Xerez en la presente temporada abrió un debate; ¿qué le sucede al equipo en Chapín? No se pudo comprobar, excepto por las crónicas y los escuetos resúmenes de televisión, el papel del conjunto que dirige Juan Merino en el primer partido de Liga disputado en Alcorcón, donde se lograron los tres primeros puntos a pesar de contar con un jugador menos durante 20 minutos, por lo que lo exhibido en el municipal jerezano dejó con muchas dudas a la afición azulina. La alegría parece haber vuelto tras ganar al Alcoyano, sin embargo, y mirando las cifras de las últimas temporadas, se podría decir que en Chapín, cada quince días, sucede algo paranormal, un fenómeno que ha llevado al Xerez a dejar de cumplir algunos objetivos vitales para la subsistencia del club, tanto a nivel económico como deportivo.
Piernas flojas, falta de intensidad, juego con poca profundidad, falta de presión... Muchos son los síntomas mostrados por un equipo que cimentó años atrás su fortaleza desde la zaga. Los años de la permanencia en el último suspiro o el ascenso a Primera División se caracterizaron por hacer de Chapín un fortín, algo que se lleva buscando precisamente desde entonces, desde que el equipo diera con sus huesos en la Liga de las Estrellas. Hasta entonces, el coliseo azulino, fuera el que fuera el aforo que presentara, era infranqueable.
Las nueve victorias consecutivas logradas con Esteban Vigo en el banquillo cuando el equipo se jugaba la permanencia lo corroboran, aunque esas sensaciones parecen que se han perdido. Y no tan solo porque el Xerez no haya iniciado con buen pie la actual temporada en su condición de local, sino porque las cifras así lo muestran.
Mal bagaje
El equipo xerecista ha dejado escapar más de la mitad de los puntos disputados en el Municipal de Chapín en los últimos 24 meses, es decir, desde su llegada a Primera División en la temporada 2009/10. En concreto, de los 41 partidos que se han jugado en casa desde entonces (19 en Primera División y 22 en Segunda), el Xerez ha perdido 16 (nueve en Primera División y siete en Segunda), lo que supone un 39% de los que se han jugado. Más aún, contando los nueve empates que se han cosechado entre las dos últimas campañas (cuatro en Segunda y cinco en Primera División), el equipo ha dejado ir 66 puntos como local, de los 123 que había sobre la mesa.
Nueva prueba
Este próximo sábado llega a casa el Nàstic de Tarragona y los nervios podrían aparecer en escena, algo que no sería lógico teniendo en cuenta los antecedentes del conjunto azulino, que destacaba por sus fulminantes arranques ligueros. El primer año de Schuster el equipo entró en escena con tres victorias consecutivas, aunque por aquel entonces los partidos se disputaban en Sanlúcar de Barrameda. En el segundo año del teutón, el equipo no cayó derrotado hasta el cuarto encuentro disputado en casa, mientras que poco hay que decir de los inicios demoledores con Lucas Alcaraz o Pepe Murcia en el banquillo, donde se firmaron los mejores arranques ligueros del conjunto azulino en toda su historia.
La cosa cambió desde la llegada a Primera División y se prolongó hasta la segunda jornada de Liga de la presente temporada, aunque esas debilidades, esos nervios que han comenzado a asustar a la grada no se han producido de manera regular durante el campeonato. De hecho, en Primera División el equipo acabó su año en la élite con dos victorias consecutivas en Chapín (Almería y Zaragoza), a pesar del mal comienzo. Más aún, el año pasado se ganaron los últimos cuatro encuentros en casa (Albacete, Las Palmas, Salamanca y Celta), por lo que está claro que Chapín no siempre supone debilidad, aunque sigue siendo un fenómeno extraño.