Las grandes empresas también quiebran
El concurso de acreedores de Polanco revela la debilidad de aquellas sociedades chiclaneras ligadas en exceso a la construcción
Actualizado: Guardar«Esa empresa tenía los días contados. Ha vivido durante años de la construcción y de las subvenciones de las administraciones. No han sabido mirar por el dinero ni diversificar su negocio». Este comentario, publicado en los medios digitales de la ciudad por un ciudadano anónimo tras conocerse la solicitud del proceso concursal que ha realizado en el juzgado el grupo Maderas Polanco, pone de manifiesto una realidad.
Y es que la situación de insolvencia económica que reconoce Polanco es el último extremo de una cuerda que lleva varios años rompiéndose en Chiclana. El frenazo brusco de la burbuja inmobiliaria y de la actividad urbanística ha llevado a muchas empresas de la ciudad directamente a la ruina, y a algunas de las más fuertes del tejido productivo chiclanero, a situaciones difíciles de imaginar hace tan solo unos años.
«Polanco es una institución y una empresa que significa mucho en el tejido empresarial de Chiclana; es doloroso que haya llegado a esta situación». Lo asegura el presidente de la Asociación de Empresarios, que, prudente, guarda silencio cuando se le pregunta si conoce otros que lo estén pasando tan mal como la maderera. «Hay muchas empresas que están en una situación angustiosa. Pero también hay muchas familias en la misma situación, porque la situación económica no es buena para nadie. Todos estamos pasando por el mismo bache», sentencia Nicolás Rodríguez.
Y es que, sobrevenida la crisis, hay quien no ha sabido durante los años de bonanza 'nadar y guardar la ropa'. También hay quienes piensan que muchos empresarios están «aprovechando la crisis para soltar lastre».
Parados
Es el eterno dilema. Pero los datos no engañan. Chiclana ha incrementado su desempleo en casi un 40%. En estos momentos se rozan los 12.000 parados. Concretamente, en agosto la cuantía es de 11.778 desempleados. De ellos, casi una tercera parte, 3.218, proceden de la construcción.
Una de las claves será «diversificar nuestros negocios», aseguran desde la patronal.
Pero será difícil en una ciudad donde gran parte de la mano de obra no está cualificada, y muchos trabajadores, además, se habían acomodado a sueldos propios de una categoría superior. «En Chiclana había albañiles ganando 4.000 euros al mes haciendo 'chapuces'», dice otro comentario online.
Ahora el escenario de negocio es radicalmente distinto. El tejido empresarial local está empezando a darse cuenta de ello, pero quizás sea tarde para muchas empresas familiares, que no han sembrado en formación o en nuevas tecnologías.
En los mentideros locales se dan nombres de otras firmas punteras de la ciudad con problemas financieros. Quinielas hay para todos los gustos. Polanco ha demostrado que los grandes también quiebran.