Carta respuesta a José María Ruiz-Mateos
Los inversores de Nueva Rumasa quieren soluciones a corto plazo
JEREZ. Actualizado: GuardarQuerido Don José María: ante todo, muchas gracias por su rápida respuesta ya que no se ha dejado esperar; apenas pasaron cuatro días y ya teníamos su contestación encima de la mesa.
Dada la gran repercusión que en el diario de LA VOZ tuvo nuestra carta, he hecho copias de la suya y repartido entre los numerosos inversores que asisten a este centro, casi todos hombres y mujeres de bien, descendientes de familias y apellidos jerezanos, conocidos por usted, que a su vez, la han fotocopiado e igualmente entregado a familiares y amigos; esa amplísima red de inversores que como un manto se extiende por Jerez, sembrando el caos y la desolación económica en tantas personas a las que, por día que pasa, sienten como se les aprieta el dogal que llevan al cuello desde que usted interrumpió el pago de los intereses pactados y les negó la devolución de sus capitales.
Su respuesta ha sido para algunos como una breve bocanada de aire fresco y, mientras que para estos pocos ha significado un hálito de confianza, para la mayoría, que son los que atraviesan las situaciones más gravosas, vuestra contestación no les dice nada en concreto, no aumentan sus expectativas, manteniéndolos en la oscuridad de la incertidumbre, ya que los términos que utiliza al concluir la mayoría de los pasajes, son ambiguos, por lo que, ni siquiera se les hace ver una luz al final del túnel en el que están sumidos sin esperanza alguna. Ante la ausencia de noticias reales, su respuesta ha sido leída y releída por la mayoría de ellos, suscitando reacciones contradictorias y en algunos, exasperación, crispación y arrebato. Es comprensible; la gente quiere soluciones a corto plazo, no pueden más y, debido a que son muchos los que os aprecian y han confiado en vosotros, están a la espera de que sea usted el que mueva ficha cuanto antes, generando un plan que satisfaga la deuda que mantiene con todos sus inversores, ya que sólo con el pago tranquilizará los ánimos. Lo que a la mayoría se les escapa es, como va a poder hacerlo estando bajo la tutela de la administración concursal y, lo que es más importante, si el valor del conglomerado de las empresas de la Nueva Rumasa será suficiente para afrontar la totalidad de la deuda que tenéis contraída con todos ellos.
En estos debates, algunos de estos señores, hacen alusión memorizando vuestra aparición en los medios. Fue con ocasión de la intervención pública del director general de la Tesorería de la Seguridad Social; tras la que, en un programa de noticias hizo usted constar literalmente: «que el patrimonio de la Nueva Rumasa era inmenso...». Pasado el tiempo, las noticias no han sido nada alentadoras, porque durante el periodo concursal se ha publicado en numerosas ocasiones, que el pasivo superaba al activo; noticia que como es lógico, ha llenado de desasosiego incluso a vuestros paisanos más incondicionales.
A su respuesta a nuestra carta se le ha sumado la publicación en los medios de las intensas gestiones que estáis llevando a cabo con el fin de vender las empresas y marcas más saneadas; y así, con el efectivo de dichas ventas, pagar a todos los inversores. Estas noticias, a pesar de ser bien recibidas, son a la par comentadas y debatidas en los foros que se crean en torno al problema de la Nueva Rumasa, a resultas del cual van surgiendo otras interrogantes: ¿será capaz la familia Ruiz-Mateos de compilar los recursos suficientes para poder quitarse de encima esta espada de Damocles? Espada que para la mayoría de sus vástagos pende sobre sus cabezas desde la infancia y juventud en un permanente estado de precipitación.
Al verlo a usted aparecer en los medios flanqueado por sus seis hijos varones, es fácil de apreciar como la mayoría de ellos está deseando de acabar de una vez por todas con esta situación, para la que suponemos aspirarán a una salida definitiva y airosa, que les deje la menor huella posible, permitiéndoles diluirse entre la sociedad, sin temor alguno, pudiendo cada uno de ellos dedicarse en libertad al ejercicio de sus profesiones, sin que su apellido suponga ningún lastre ni prejuicio para el resto de sus vidas, sino que, por el contrario, sea para todos un orgullo ostentar las siglas con las que su abuelo rotuló las señeras tapias de sus bodegas y etiquetó sus vinos.
Vuestros incondicionales jerezanos empatizan con todos ellos y hacen votos para que, con la premura que tan delicada situación reclama, se liquiden las empresas necesarias, con cuyos activos se les pueda devolver el integro del capital a todos vuestros inversores y con ello, regrese la paz y el sosiego a los hogares de tantos miles de inversores jerezanos; así como a los vuestros, para el bien de toda la familia Ruiz-Mateos, amigos y allegados.
Reiterándole el agradecimiento de sus inversores por tan rápida respuesta, ésta Voz de la Conciencia le manda el más efusivo y vital de los abrazos.