Angie anunció sus planes de fuga en una carta a una trabajadora social

Había rachas y rachas. Momentos en los que Angie Estefany Corona Padilla, la niña de 13 años que se marchó hace diez días del domicilio familiar, apenas rechistaba por lo que le decían sus padres y periodos en los que no hacía otra cosa que enfrentarse a sus progenitores. El tema siempre era el mismo, la relación que la adolescente mantenía con un joven militar de 23 años. Los padres se oponían a que la menor saliera con un hombre diez años mayor que ella y para evitarlo hicieron todo lo que estaba en sus manos. Pero la adolescente se rebeló y los problemas empeoraron.

Una demanda ante Servicios Sociales, complicó aún más el asunto y todos fueron a terapia familiar. En algunas sesiones se hablaba de avances en otras de todo lo contrario. La pequeña comenzó a coger confianza con la trabajadora social que llevaba su caso, hasta el punto de convertirla en la única persona a la que poder contar sus pensamientos y sus planes de huida. Así lo hizo en una carta el pasado 29 de julio, el mismo día en el que abandonó su casa. Curiosamente la dirección del matasello corresponde a San Fernando, localidad en la que trabaja el presunto novio como militar profesional.

Con letra de niña, en la misiva se sincera ante la trabajadora social y le confiesa que en su casa siguen sin ir las cosas como a ella le gustaría. Afirma que se porta bien con sus padres, que les hace caso y que se muestra predispuesta para realizar cualquier tarea o recado, pero que ellos no son capaces de valorar sus esfuerzos y tampoco lo mucho que les quiere. Ante el agobio al que se sentía sometida, por la falta de confianza y la incomprensión, expone su intención: «Creo que jamás estuve así y por eso he estado pensando en irme de mi casa. Sé que es una locura pero solo quiero empezar de cero y por ello he pensado en irme a Huelva o Extremadura».

Es la hipótesis en la que trabaja la Policía y la que centra la investigación de búsqueda de la pequeña, aunque en la carta no hace mención alguna a los lugares exactos dónde podría estar. Tan solo alude a las amistades que tiene en esos lugares y que son desconocidas por sus padres, que afirman no conocer a nadie en ninguno de estos territorios. Al parecer en Extremadura Angie tiene dos amigas. Una que vive con su familia y la otra que reside con una compañera de trabajo. Mientras que en Huelva mantiene el contacto con una familia que conoció en un hotel.

Son los refugios que menciona la adolescente como su plan de fuga para comenzar una nueva vida alejada de su familia. Aunque los agentes intentan estrechar el cerco, lo cierto es que aún no hay ninguna indicación sobre su paradero y lo único que se mantiene es que la niña esté bien de salud ya que se marchó por su propia voluntad, aprovechando una salida de sus padres para llevarse ropa y algunos utensilios de aseo, lo que también hace sospechar que la menor tenía una intención clara de marcharse de su domicilio al escribir la carta, ya que puso en marcha su plan horas después de enviarla.

Lo que se intenta determinar ahora es la forma en la que se marchó Angie a uno de estos lugares, además de la persona o personas que le están dando cobijo, pues han pasado ya diez días y aún no se tiene ninguna noticia de la pequeña. Es lo que más angustia a la familia, que continúa solicitando que se siga de cerca al supuesto novio que actualmente se encuentra de vacaciones y según los padres se ha marchado al norte de España. Lo cierto es que en la carta en ningún momento se hace alusión alguna al joven militar.

El contenido de la carta ha sido una sorpresa para la familia, porque si bien eran conscientes de los problemas, no sabían que los pensamientos de Angie llegaran al extremo de la fuga y de considerar en empezar una vida nueva. A pesar de los avances los progenitores se muestran desalentados pues continúa sin haber ninguna prueba certera sobre el lugar en el que se encuentra.

Ya se conocen los motivos que propiciaron la huida de la adolescente, pero siguen abiertas muchas incógnitas en torno a su desaparición. Mientras se resuelven, ha pasado un día más sin noticias de ningún tipo de Angie.