Un familiar muestra una foto de la joven desaparecida. :: LA VOZ
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La Policía intensifica la búsqueda de Angie en su entorno familiar y de amigos

La investigación no descarta que la niña se haya marchado fuera de la provincia, aunque no creen que lo hiciera sin ayuda

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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Pasan los días y continúa sin haber ninguna noticia de Angie Estefany Corona Padilla, la menor de 13 años que desapareció hace una semana. La Policía está convencida de que la joven no corre peligro ya que sigue manejando como principal hipótesis una huida voluntaria del domicilio. Tal y como se constata por la ropa y los utensilios de aseos que faltan en la casa. Pero, a pesar de los esfuerzos en la investigación no se ha producido ninguna novedad destacable en cuanto a la desaparición, motivo por el que se ha decidido centrar la atención en el entorno de la niña.

Los responsables del caso consideran por el momento que Angie se encuentra en el piso de alguna persona conocida y por ello rastrea El Puerto preguntando a familiares y amigos por las noticias que tienen de la pequeña. A pesar de ello, los agentes no descartan que haya podido salir de la provincia, aunque para ello están convencidos de que contó con la ayuda de otra persona, motivo por el que consideran que la clave del caso puede estar en las personas de su entorno. Junto a la Policía Nacional colabora la Local, cuyos agentes patrullan con una foto de la pequeña y atentos a cualquier novedad en el caso.

Precisamente eso es lo que inquieta a los padres, la falta de noticias y la incertidumbre en torno a la desaparición de su hija. «Una amiga nos contó que hace dos días estaba activo su 'facebook' y hemos pedido que rastreen la señal. Por ahora no hay nada nuevo y no sabemos dónde está nuestra hija», aseguró su madre Angélica Padilla.

En permanente contacto con la Policía está atenta a su teléfono móvil a la espera de que haya alguna noticia sobre su hija. De hecho, le da parte de razón en cuanto a las sospechas policiales, aunque para Angélica el conocido ya ha acudido a la Comisaría de la Policía Nacional a prestar declaración. Se refiere al joven militar de 24 años que supuestamente era la pareja de la menor. Una relación que no era aprobada por los progenitores y que se plantea como la posible causa de la marcha de la pequeña de su domicilio.

De momento, la búsqueda continúa sin éxito y una vez que se tienen las declaraciones de las personas más cercanas, la Policía ha ampliado el cerco al resto de conocidos de Angie, sin determinar aún el posible paradero de la menor. Fue el pasado sábado cuando los padres se alarmaron al regresar a casa y no encontrarla. Entonces Angélica comprobó que la pequeña se había llevado ropa para varios días y también varios objetos personales y enseres de aseo. De inmediato llamaron a su tía abuela, Marlene Peñaranda, con la que mantienen una estrecha relación. Pero la niña no se encontraba con ella.

Hoy mismo se cumple una semana desde que Angie abandonara el domicilio familiar y desde entonces los padres no saben absolutamente nada de la adolescente. De hecho no tienen ninguna posibilidad de entablar contacto con ella, ya que ni siquiera tiene teléfono móvil, así que están pendientes al teléfono y a la espera de que ella decida ponerse en contacto para respirar aliviados. Momento que todavía no ha llegado y lo que verdaderamente angustia a toda la familia, ya que la menor nunca antes se había comportado de esta manera. Los que la conocen la califican como una niña muy sociable y sobre todo con mucho apego a sus familiares, por lo que no se entiende que si se ha marchado de forma voluntaria no se haya puesto en contacto para certificar que está bien y quitar esa angustia a sus padres.

Por su parte la Policía continúa con la búsqueda y la investigación de lo sucedido, si bien al cierre de esta edición no se había producido ningún avance significativo respecto a la desaparición de Angie. Días de tensión de una ciudad que está pendiente de que todo se resuelva cuanto antes y que sea tan solo un susto. Por el momento no hay indicios de que haya sucedido nada más allá de una partida voluntaria, aunque los días pasan sin que nada confirme esta tesis o descarte otras. Los padres tendrán que seguir pegados al teléfono.