«Sabíamos que tenían sus trapicheos, pero nunca nos metimos con ellos»
JEREZ. Actualizado: GuardarJuana y Mariló Morales, hermanas de Antonio, continúan dándole vueltas a la noche fatídica del pasado miércoles, cuando de manera inexplicable aquél fue agredido junto a su esposa. Según ellas, la pareja llevaba 16 años conviviendo puerta con puerta con su presunto agresor, Domingo Gil, y jamás habían tenido ningún problema.
«Todo el mundo sabía que esa familia tenía sus trapicheos con el contrabando, pero ni mi hermano ni mi cuñada se metieron jamás en nada de eso ni les denunciaron. Esto no tiene ninguna explicación para nosotros». En esta línea, aseguran que Domingo nunca se caracterizó por ser alguien violento a pesar de que tenía un arma en propiedad, careciendo de licencia para ello. «A su casa iba todo el mundo a comprar, gente buena y gente mala, de todo, pero nunca ocurrió nada raro. Bueno, una vez mi sobrino mayor tuvo un rifirrafe con él porque le amenazó, pero todo quedó ahí».
La cuestión es que ahora temen que tarde o temprano el acusado regrese a esa vivienda y vuelva a convertirse en vecino de la pareja. «Loli tiene ahora mucho miedo. Lo que decimos nosotras es que le manden una orden de alejamiento y se vaya a vivir a otro sitio, porque tiene muchas propiedades. Mi hermano y mi cuñada únicamente tienen esa casa, que es de la Junta de Andalucía; lo han pasado muy mal en la vida para criar a sus cuatro hijos y ahora les sucede esto».
A pesar de todo ello, dan incluso gracias a Dios por que el suceso no haya tenido peores consecuencias. «Menos mal que la escopeta se quedó encasquillada y que no estaban los niños por allí en medio, porque si no no sabemos qué podría haber pasado». De hecho, cuando el presunto agresor fue acorralado por los agentes de la Guardia Civil a unos kilómetros del pueblo sacó de nuevo la pistola y les encañonó, como confirmaron fuentes de la investigación. Esta vez el arma volvió a bloquearse y ello facilitó su detención.
Las mismas fuentes corroboraron que hasta el momento del ataque Domingo carecía de antecedentes violentos, y solo constaba uno en su historial por contrabando, de lo que según los vecinos del pueblo obtenía cuantiosos ingresos.