La hora del Carmen

La Virgen del Carmen gana hoy todo el protagonismo en Jerez, y no sólo en el mundo cofrade. Si hay una procesión que esté arraigada, que esté profundamente vinculada a nuestra ciudad y a su vida estival, es la de la Reina del Carmelo. Durante unas horas, miles de devotos coparán las calles del centro de la ciudad para acompañar a una de las devociones más importantes de la diócesis, la de la Virgen del Carmen. De hecho, fue la primera imagen coronada canónicamente en nuestra ciudad, por delante de la Virgen de la Merced. Todo en la Basílica del Carmen habla de la grandeza de esta devoción, que tiene una de las mejores coronas de oro que existen en el mundo, así como uno de los patrimonios más cuidados y ricos de nuestra región. Es por tanto una oportunidad de oro para disfrutar de una procesión de las grandes, de las que dejan un regusto especial cuando el manto de la Virgen se esconde tras el dintel de la puerta de la Basílica del Carmen.

La procesión

Llega, un año más, acompañada de la banda de música del Maestro Tejera, una de las más importantes y consolidadas formaciones musicales de Andalucía que presta sus servicios para que la procesión luzca todavía más. Sones imponentes, marchas clásicas y calidad, mucha calidad para una procesión que saldrá a las ocho y cuarto de la tarde recorriendo el siguiente itinerario: Plaza del Carmen, Carmen, Sedería, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Eguilaz, Plaza del Banco, Larga, Lancería, Señor de la Puerta Real, Consistorio, Plaza de la Yerba, Conde Cañete del Pinar, Plaza Plateros, Sedería, Carmen y Plaza del Carmen.

Está previsto que la procesión esté finalizada antes de las once de la noche, tiempo más que suficiente para disfrutar de una cuadrilla consolidada por la que no pasan los años. Si anteriormente era Rodrigo Daza el capataz de la imagen, ahora manda la cuadrilla uno de los capataces más reputados de la ciudad, Miguel Jaén, que hace lo propio en Semana Santa con el Señor de la Sentencia de la hermandad de la Yedra y con María Santísima de la Paz y Concordia, de la hermandad de la Cena. El paso, que irá exornado con gladiolos y claveles blancos, es una joya en plata de ley que engrandece más si cabe la devoción de la imagen mariana, que irá de nuevo luciendo sus mejores galas con el maravilloso manto bordado en oro y la saya en tisú de oro bordada en el mismo material. Un lujo de procesión que tendrá su réplica en el resto de localidades costeras de la provincia, pero que está más que consolidada en nuestra ciudad.