Detenidos por insultar en internet a unos policías locales

Los insultos se escribieron en la sección de comentarios que suelen acompañar al final del texto en algunas páginas webs. Ese espacio pensado para que se produzca el llamado 'feed back', para que los lectores aporten algo a la noticia, que aclaren detalles o para que se abra un debate (constructivo) respecto a la información. Por desgracia, también se cuelan de vez en cuando lectores tóxicos, que aprovechan la oportunidad para insultar y provocar, creyendo quizá que son impunes y que les ampara el anonimato. Pero no es así.

Tres de estos supuestos lectores tóxicos han sido detenidos ahora por la Guardia Civil por insultar presuntamente a varios policías locales de la Jefatura de San Fernando en los citados comentarios de una web. Según informaba ayer la comandancia en una nota de prensa, los arrestados citaron presuntamente los nombres y apellidos de al menos tres agentes, y aseguraron presuntamente que habían cometido graves delitos y que formaban parte de una supuesta mafia policial, «que participaba en operaciones de tráfico de estupefacientes». De uno de ellos, incluso se dijo que estaba en la cárcel por estos hechos. La Policía Local de San Fernando interpuso, de inmediato, una denuncia por un delito de injurias, ya que tanto los agentes como el cuerpo vieron «mancillados su honor».

El anonimato, un mito

Los ahora detenidos publicaron hasta siete comentarios supuestamente injuriosos en la misma noticia, por supuesto, sin dar sus nombres reales, sino apodos falsos. Pero en internet, el anonimato es relativo y a la hora de la verdad ni siquiera existe. En la Red siempre queda un rastro de la navegación, que se puede seguir cuando alguien comete un acto delictivo.

Tras la denuncia de la Policía, la Guardia Civil solicitó por vía judicial que la web revelara las direcciones IP ('internet protocol') de los usuarios que realizaron los comentarios. Esta dirección es un número que queda registrado al hacer el comentario y que se corresponde con la línea telefónica desde la que se llevan a cabo las operaciones. De esta manera, los agentes de pudieron averiguar desde qué domicilio se hicieron las falsas acusaciones, los ordenadores e identificar a las personas que supuestamente las colgaron en internet.

A los tres individuos -cuyas identidades o siglas no se han facilitado- se les ha imputado un delito continuado de injurias y han quedado a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de los de San Fernando. Este tipo de delitos (tipificados en el Código Penal en el artículo 208 y siguientes) pueden conllevar penas de multa diaria durante 14 meses, que se puede reducir si los condenados piden perdón por lo que dijeron y se retractan públicamente.