Una marea naranja clama contra el cerrojazo

«Visteon: terrorismo industrial», «Ford: cómplice», «SOS: la Bahía se hunde». Las pancartas y los gritos de protesta tomaron la plaza del Polvorista donde más de un millar de personas lanzaron su órdago contra la multinacional Visteon: lucharán con uñas y dientes para evitar el cierre de la planta y conservar sus empleos.

«Este es el único mensaje, que Visteon siga con las puertas abiertas y que no se pierda ni un solo puesto de trabajo». La convocatoria de concentración del comité de empresa, cuyo presidente, Bartolomé Bruzón, calificó como «solo el principio» fue secundada por la práctica totalidad de la plantilla, unas cuatrocientas personas, arropadas bajo el sofocante calor por amigos, familiares, sindicatos, grupos políticos y representantes de otras empresas de la Bahía que también se encuentran en la cuerda floja como Navantia, Airbus, Alestis y Dragados. Un grupo de ex Delphi también se sumó a la concentración que contó con un dispositivo de seguridad y tráfico y que terminó sin incidentes.

«No podemos consentir este nuevo mazazo al empleo en la Bahía. Tenemos que estar todos unidos, aunar fuerzas y dejar a un lado los colores políticos, para salvar los puestos de trabajo. Nuestras palabras no han de ser de consuelo, sino de lucha». El alcalde, Enrique Moresco, presidió la Junta de Portavoces celebrada en el Ayuntamiento con la presencia de representantes del equipo de gobierno, la oposición, y el comité de empresa de Visteon.

El Parlamento se suma

Un encuentro en el que les mostraron su total apoyo y les comunicaron la decisión de elevar al pleno municipal una moción conjunta para exigir a Visteon que de marcha atrás. «Porque es una planta de referencia internacional, viable económicamente y la Bahía no se puede permitir perder más tejido industrial».

Por otro lado, el parlamentario de Izquierda Unida, Ignacio García, informó de que el Parlamento andaluz ha aprobado una resolución presentada por este partido que insta al Consejo de Gobierno a intervenir de inmediato e implicar al Gobierno central para impedir a la multinacional de piezas de automoción que de el cerrojazo a su filial Cádiz Electrónica, tras más de veinte años en el parque Tecnobahía.