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El Real Madrid ficha a Pablo Laso, la última opción para el banquillo para los dos próximos años

MADRID. Actualizado: Guardar
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Con la sección devaluada y víctima de un recorte presupuestario de entre cinco y diez millones de euros, Pablo Laso se convirtió ayer en nuevo entrenador del Real Madrid para las dos próximas temporadas. Al final ha triunfado la última opción frente a Svetislav Pesic, Simone Pianigiani, Jasmin Repesa, e incluso Joan Plaza, el recurso de un técnico de perfil bajo para el equipo más laureado de Europa que la pasada campaña contó con uno de los preparadores más prestigiosos del mundo, Ettore Messina. «Un hombre de la casa», lo califica el Real Madrid, aunque el entrenador vitoriano, jugador blanco durante solo tres temporadas en la década de los 90, nunca ha dirigido al equipo. Pablo Laso ha rescindido su contrato con el Lagun Aro Gipuzkoa para sustituir a Emanuele Molin, sentenciado tras el fracaso en la 'Final Four' de Barcelona.

El Madrid ha ido dando bandazos en la contratación de un nuevo entrenador y, con la reducción del presupuesto, de 24 millones a, como mínimo 19, Florentino Pérez ha rechazado a técnicos más expertos y cualificados para decantarse por Laso. El entrenador vasco que ha dirigido al Lagun Aro las cuatro últimas campañas coincidió con el director deportivo de la sección, Alberto Herreros, durante su etapa de jugador madridista, y también con Javier García Coll, el director de coordinación de la entidad. Laso también ha dirigido en la ACB al Pamesa Valencia, equipo con el que se estrenó en la élite, aunque fue destituido en la temporada 2004-2005.

Después de haber llegado incluso a un acuerdo con Repesa, por un sueldo de menos de un millón de euros brutos, Florentino Pérez descartó al técnico croata por razones económicas y emplazó a los dirigentes de la sección de 'basket' a encontrar una solución más viable y al alcance. El elegido ha sido un técnico joven de 43 años, cuya designación no ha sentando nada bien entre la afición madridista y ahora deberá ganarse a unos seguidores decepcionados con la gestión del baloncesto blanco.