Agentes de la policía científica y efectivos del Consorcio de Bomberos inspeccionan el local incendiado para averiguar las causas y el origen de las llamas. :: ANTONIO VÁZQUEZ
incendio en Cádiz

Los vecinos del edificio Brasil seguirán desalojados al menos dos semanas

La consultora de ingeniería Vorsevi estudiará la resistencia de la estructura a partir del lunes para estimar si los daños son graves

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El negro era ayer el color predominante en la calle Brasil en Cádiz, el día después del incendio más espectacular de los últimos años: por supuesto, era totalmente negro el interior del local que salió en llamas; también la fachada del número 12, sobre todo en las primeras plantas; de un negro sucio eran las persianas derretidas y el interior de algunas de las viviendas, tomadas por el hollín.

Pero ¿y el futuro del edificio? Bueno, el futuro, quizá no es tan negro, a pesar de que las primeras inspecciones realizadas el mismo día del siniestro apuntaban que el fuego había dañado algunos de los pilares del inmueble. Parece poco probable que estén tan deteriorados como para comprometer el edificio. Pero tanto los bomberos como los técnicos de urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz han determinado que, ante la duda, se precinten las viviendas por seguridad. Más de uncentenar de vecinos han sido desalojados hasta que un experto determine si los daños son graves.

El estudio de la estructura se ha encargado a la empresa Vorsevi, una consultora en ingeniería y construcción que deberá tomar muestras del hormigón de los pilares para someterlo en laboratorio a todo tipo de pruebas de resistencia.

Como se ha comunicado ya a los vecinos desalojados, ese estudio podría prolongarse como mínimo 12 días, de manera que hasta el próximo mes de julio no les será posible volver, ya que Vorsevi comenzará a a tomar las muestras de los pilares el próximo lunes. Entre los afectados se hacían ayer cábalas sobre el tiempo que finalmente estarán fuera de sus casas, calculando que a los 12 días hay que sumar los trabajos para reforzar la estructura, en el caso de que lo precisen. ¿Pero cuánto tardarían? Quizá un par de días, quizá semanas. Además hay que reparar el sistema eléctrico y de canalizaciones de agua del edificio, que también han quedado seriamente dañas por las altísimas temperaturas que se registraron en el interior del local.

En la mañana de ayer, el local se abrió a dos agentes de la policía científica, que buscaron entre los escombros del local los rastros y pistas sobre las causas del espectacular accidente. Hasta ahora, solo se ha informado de que el fuego comenzó durante las obras de habilitación del local, donde estaba previsto que abriera un local. Al parecer, una chispa causada al cortar unos metales podrían haber prendido unos materiales inflamables y el aislamiento de poliespán de las paredes y el techo del establecimiento. Pero será la policía la que confirme los detalles y si existió algún tipo de negligencia en la prevención de riesgos laborales.

La alcaldesa de Cádiz , Teófila Martínez, aseguró ayer que los técnicos municipales realizarán también un informe sobre lo sucedido. Martínez ha recordado que «pese a la desgracia, no hubo que lamentar daños personales ya que no hubo ningún fallecido» ni heridos graves, y que se actuó con eficacia. Con todo, algunos vecinos de la calle Brasil denunciaban ayer que el día anterior las bocas de incendio no habían funcionado y que los bomberos tuvieron que improvisar una entrada en las de riego. Sin embargo, fuentes del Consorcio Provincial respondieron que no había datos de tal incidente en los informes de la intervención.

Los obreros limpian los restos

Por la tarde, una vez que la zona fue inspeccionada por la Policía, los peritos de la aseguradora Zurich -con la que está contratada la póliza del local-, entraron en la 'zona cero': la planta baja y el entresuelo del edificio, para valorar los daños. Tomaron fotografía y vídeos, acompañados de los responsables de la obra. Mientras tanto, los mismos operarios que trabajaban en la adecuación del local, realizaban ayer la limpieza y desescombro del interior y de las aceras, llenas de los cascotes quemados y los hierros retorcidos. Los bomberos los retiraron durante toda la noche, porque corrían riesgo de que cayeran con el viento. Alrededor de las 22.00 horas de ayer, con la escombrera y los vehículos de emergencia ya retirados, la calle Brasil recuperó el tráfico y algo de normalidad.