Más de 120 policías sirios perecen en ataques de «bandas armadas»

Al menos 120 policías murieron ayer en el noroeste de Siria en varios ataques perpetrados por «bandas armadas» en Yisr al-Shagur, en el que sería el asalto más mortífero contra las fuerzas de seguridad del país desde que empezaran las protestas el pasado marzo. La información, que procede de los medios oficiales sirios, es, sin embargo, muy difícil de verificar y contrasta con los testimonios de activistas de derechos humanos en la zona, que aseguran que Damasco exagera las cifras para justificar la represión.

Según la versión oficial, algunos de los agentes habrían muerto en una emboscada cuando se dirigían a la localidad para proteger a civiles del ataque de grupos armados. Otros muchos perecieron en el ataque a varios edificios gubernamentales, entre ellos una oficina de Correos y la sede de los servicios de seguridad. Estas milicias habrían utilizado lanzacohetes y granadas desde azoteas de edificios cercanos, según la televisión estatal, que aseguraba ayer que muchas de las víctimas habrían sido mutiladas y algunas incluso arrojadas a un río.

Varias fuentes de grupos de derechos humanos aseguraron ayer a la cadena catarí Al-Yasira que muchos de los fallecidos son policías que se habían negado a disparar contra los manifestantes y que fueron abatidos por sus compañeros. Los mismos activistas aseguran que al menos 35 manifestantes murieron este fin de semana en Yisr al-Shagur y otras localidades cercanas a manos del Ejército. Si los datos ofrecidos por la televisión siria son correctos, se trataría de una escalada de violencia en el conflicto sirio.