Los candidatos menos votados en la UCA, satisfechos con el juego limpio
La comunidad universitaria deja fuera de la competición por el Rectorado los modelos de Francisco Antonio Macías y José María Maestre
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa resaca de la primera vuelta de las elecciones ha dejado un leve dolor de cabeza a los excluidos del proceso: Francisco Antonio Macías y José María Maestre. Pero ambos, radicalmente diferentes en sus planteamientos, coinciden en una cosa: «el juego ha sido limpio». Tanto Macías como Maestre coincidieron en destacar la transparencia de este proceso electoral, algo que en el caso de Maestre es novedoso, ya que en las de 2007 se mostró incómodo con algunos aspectos. En este caso, el catedrático de Latín quiso dejar claro su apoyo a la lista más votada, la de Eduardo González Mazo, «porque plantea el proyecto de Universidad más parecido al nuestro». Maestre se mostró animado ante la derrota: «no me preocupaba tanto el resultado como cumplir con la obligación de presentar una idea alternativa de Universidad». Y el profesor se ríe cuando se le pregunta si se presentará en 2015, «si hay elecciones y no hay un modelo diferente al de ahora, a lo mejor me vuelvo a presentar». Para él lo importante es que haya opciones y que el proceso democrático en la universidad española no se pierda.
Maestre sí quiso señalar que casi el 20% de la comunidad universitaria ha votado su propuesta, «y esto debería ser tenido en cuenta por quien gobierne la UCA». José María Maestre se mostró totalmente convencido de que el triunfador será González Mazo, «porque en la primera vuelta ya ha obtenido una ventaja clara sobre los demás».
La desilusión
Francisco Antonio Macías estuvo más afectado por la derrota. «Había puesto muchas ilusiones en nuestra propuesta y creí que tenía más posibilidades, la verdad», se sinceró Macías. El catedrático de Química Orgánica echó el resto en las dos semanas de campaña, involucró a numerosos colaboradores, utilizó una fuerza (quizá desproporcionada, apuntaron otros candidatos) para conseguir su objetivo. Y se estrelló. La noche de las elecciones, Macías no ocultaba su desencanto: «está claro que siempre es más fácil que reconozcan tus méritos desde fuera que en tu tierra, aunque el modelo que represento lo han respaldado 1.100 personas», sentenció. Tras conocer los datos que lo dejaban fuera de la competición por el Rectorado, Macías aseguró que no pactará con ningún candidato: «a mí me verán dirigiendo mi grupo de investigación de alelopatía, alejado de las labores de gestión. Ahora le toca a otro asumir esa carga». Este candidato que apeló al sentimiento para resumir su candidatura sentenció que «se ve que no la ha sentido mucha gente».