Un grupo de niños realizando manualidades en el aula. :: ESTEBAN
Jerez

Una torre de Babel en el campamento de feriantes

El aula matinal acoge desde ayer a los primeros menoresLa coincidencia en el calendario con otras ferias de la provincia retrasa la llegada de las familias itinerantes al campamento

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Desde las diez de la mañana empiezan a oírse voces infantiles en rumano, portugués y caló en el aula matinal destinada a los hijos de los vendedores ambulantes durante la semana de Feria.

El campamento que los acoge está recibiendo a cuentagotas la llegada de los menores este año. Esto se debe a que la mayoría de ambulantes vienen de las ferias de Sevilla y Rota y aún no han llegado, y otros pasarán de largo camino de la feria de El Puerto.

Pese a todo, el programa de Acogida de Familias Itinerantes, que pone en marcha la Delegación de Bienestar Social con el objetivo de evitar la mendicidad y la explotación laboral infantil, mantiene el mismo dispositivo que otros años.

Cada día de esta semana, el coordinador de la acogida, Javier Roldán, realiza un censo de los menores que llegan al campamento e informa a los patriarcas de las actividades que tienen programadas para los más pequeños. Actualmente, el trabajo de educadores sociales y monitores resulta más fácil debido al vínculo que han ido construyendo tantos años de experiencia.

«Al principio era difícil porque los padres no se atrevían a traer a sus hijos. A la mayoría los conocemos y suelen venir los mismos de un año para otro», comenta Estefanía Sánchez, monitora del aula. Javier recuerda que al principio el aula matinal tenía como labor primordial atraer a los chavales mediante juegos, mientras que ahora se fortalece más el aspecto cognitivo a través de actividades académicas. Aunque el equipo profesional, formado por siete personas, intenta fomentar la integración de los niños, independientemente de su procedencia, éstos reproducen la asociación por guetos que aprenden de sus mayores. A Lucía Reyes, una monitora paya aunque con apellidos y rasgos calés, le suelen preguntar si es gitana: «Siempre se lo preguntan a los monitores nuevos, pero luego no es algo importante».

«Aquí estamos muy bien porque los niños tienen colegio toda la semana, nos dan acampada, agua y luz», afirma Mari Luz Fernández, una anciana calé. «Esta es la mejor feria de toda Andalucía, en Sevilla no nos dan ni agua ni luz», explica Ramón Silva, que lleva cerca de 28 años visitando la Feria de Jerez.