Los vecinos, atemorizados tras el robo con pistola de un coche en Chiclana
El ladrón fue detenido de inmediato, pero provocó el pánico en la conductora y sus dos hijos, que estaban dentro del vehículo
CHICLANA. Actualizado: GuardarLos vecinos no quieren ni siquiera que se mencione la calle donde ocurrió todo. Hay miedo. Mucho miedo a que el suceso que tuvo lugar en la tarde del pasado martes vuelva a repetirse. Y a las posibles represalias.
Eran poco más de las siete de la tarde del martes cuando varios vehículos policiales desataban la alarma en la zona al llegar a toda velocidad hasta el entorno de la urbanización Rana Verde de Chiclana.
Los efectivos policiales habían recibido una llamada en la que se alertaba de que un individuo se encontraba amenazando a los vecinos de la carretera de Las Lagunas, a la altura del establecimiento especializado en la construcción de piscinas, Dayra, con una pistola.
Tras la intervención policial todo quedó aclarado, y la confusión inicial dio paso a un relato de los hechos pormenorizado.
Resultó que un hombre, identificado como J.M.A.B., de 41 años, vecino de Conil y con varias detenciones a sus espaldas, acababa de tener un accidente con el coche que había robado unos minutos antes, y se encontraba malherido.
El detenido llevaba varias horas merodeando por la zona, y aprovechó la llegada a su domicilio de una vecina del carril Árbol del Pan para intentar cometer su fechoría. La mujer fue abordada en la misma puerta de su casa por este individuo, que la amenazó con el arma que luego se vio que era falsa.
Tras unos segundos de tensión, el sujeto se montó en el coche de la mujer, un todoterreno de gran cilindrada, no sin antes ordenar que se bajaran del mismo a los dos hijos menores de la propietaria, de diez y cuatro años respectivamente.
Pero el ladrón no contaba con la dificultad del terreno arbolado en el que se encontraba cometiendo su fechoría.
Según relataron ayer algunos testigos a este medio, el coche fue tropezando con diversos arbustos, para, finalmente, estamparse frontalmente con uno de los muchos árboles que hay en la zona.
El detenido no recorrió siquiera un centenar de metros a bordo del coche robado, y, para colmo, en su huida frustrada sufrió heridas de consideración en un pie y en la cabeza, de las que tuvo que ser atendido en el hospital.
Algunos de los propietarios de los negocios que se encuentran ubicados en esta zona del diseminado chiclanero reconocía ayer sentir «miedo» tras lo sucedido.
«Imagínate que hubiera llevado una pistola de verdad y pasa algo más grave», aseguraban quienes trabajan habitualmente en una zona residencial tranquila y poco acostumbrada a este tipo de sucesos.
Pasadas las horas, las víctimas de este intento de robo, tanto la madre como sus dos hijos, pueden estar satisfechas de no haber sufrido mayores daños que una crisis de ansiedad de la que fueron atendidos de inmediato.
Pero el susto, el tremendo susto, no se lo quita nadie. Ayer, durante todo el día, lo ocurrido fue la comidilla de los residentes de la zona, y de los clientes de los comercios abiertos en este punto de paso a medio camino entre el casco urbano y la zona de costa de Chiclana.