El comunista obstinado aspira a su octavo mandato
Izquierda Unida José Antonio BarrosoEl actual alcalde ha regido en Puerto Real desde 1979, con solo un paréntesis entre 1995 y 1999, cuando toda la oposición formó Gobierno
CÁDIZ Actualizado: GuardarNo era raro que un político, en la España de 1979, se reivindicara comunista sin complejos, marxista y republicano. En el espectro de partidos de izquierda que concurrieron a las primeras citas de la democracia había un batiburillo de siglas, la mayoría de ellas ya extintas, que asumían como propio el discurso obrero, fundamentaban su ideología en la lucha de clases y hablaban de plusvalía, superestructuras y justicia social. Lo extraño es que, después de la desbandada general de los 80 y del 'efecto aglutinador' del PSOE, queden políticos de entonces, como José Antonio Barroso (Paterna, 1952), cuyo argumentario se ha movido lo justo para 'encajar' en el siglo XXI sin apenas adaptarse ni en el fondo ni en las formas. El alcalde de Puerto Real, sencillamente, no lo cree necesario. Los principios esenciales que lo movieron a ser candidato por el Partido del Trabajo de España en 1979 son los mismos que, según dice, lo obligan a continuar «en la lucha».
Con su candidatura a las elecciones de mayo serán nueve las veces que se ha presentado a la alcaldía. De las ocho anteriores, en solo una perdió el sillón (1995). Fue necesario un pacto de todos los partidos opositores, y aun así Barroso recuperó el Gobierno en 1999, aunque con mayoría simple. En 2007, el PSOE se quedó a 600 votos de ganar las elecciones, después de un recuento de infarto en el que el octavo concejal estuvo en el aire hasta última hora.
Barroso sabe lo que es ganar con el PTE (obtuvo el 28% de los votos), con Unidad Puertorrealeña (1983), con Izquierda Unida (1986), con la Agrupación Democrática de la Izquierda (1991) y de nuevo con Izquierda Unida (1999). Fue candidato al Congreso por Cádiz en las últimas Elecciones Generales, aunque no consiguió el escaño. Poco antes había zanjado un largo historial de discrepancias con la coalición, afiliándose por primera vez al Partido Comunista.
A Barroso se le conoce, fuera del ámbito provincial, por alinearse sin disimulos con la Cuba de los Castro y por apoyar abiertamente la revolución bolivariana de Hugo Chávez. Tras acudir como «invitado internacional» por el Partido Socialista Unido a los últimos comicios parlamentarios de Venezuela, concluyó: «El sistema electoral aquí es más democrático que en España». En 2008, durante un acto a favor de la República, realizó unas polémicas declaraciones contra el Rey que le valieron 6.000 euros de multa por injurias al Monarca. Se declaró insolvente y no los pagó.
Al oficial tubero que fue presidente del Comité de Empresa de Astilleros hasta su entrada en política, se le presenta en las elecciones de mayo una difícil papeleta. Nadie sabe si compartirá la 'factura' del pacto con el PSOE, si se sobrepondrá al desgaste propio de 30 años en el candelero y, sobre todo, si será capaz de defender una gestión marcada por la insuficiencia de recursos. Sin embargo, ninguno de sus opositores se confía. En tres décadas se aprende mucho.