Domingo de mapas y chanclas

Ayer fue un Domingo de Ramos excepcional. La cosa iba de panfletos, quien no abría uno para mirar el itinerario de La Borriquita o la Sagrada Cena, lo hacía para consultar un plano de la ciudad. Los cerca de 5.000 cruceristas que llegaron ayer a bordo de los buques 'Costa Victoria', 'Ámsterdam' y 'Vision of the Seas' abarrotaron las calles del centro de Cádiz. Ya al mediodía, las cafeterías y bares de la zona reconocían que no era un domingo como otra cualquiera. En la turística cafetería La Parisien de la plaza San Francisco, los cafés y los desayunos volaban en bandejas. «Sí que se está notando la gran cantidad de turistas que llegaba hoy, estamos todos los camareros trabajando casi a tope», comentaba Pedro García. Aunque la temperatura acompañaba, el fuerte viento de Levante siguió ayer soplando con fuerza. Fue solo un revés climatológico que no afectó para nada a los paseos por el casco histórico de los miles de cruceristas que se hacían fotos hasta en los portales de las elegantes casa palacios de San Antonio.

Se escuchaban acentos alemanes, ingleses e italianos. Todos con mochilas, chanclas y mapas disfrutaron tanto del ambiente entre gaditanos con palmas y olivos bendecidos, como de los bares y los comercios que decidieron abrir sus puertas. La curiosidad que mostraban por los pasos procesionales ofrecía una original estampa entre los devotos de la Semana Santa. Algunos negocios apostaron con buenas ideas, como la pastelería La Chiclanera de la calle Ancha, que sacó un mostrador a la calle con bocadillos y bebidas: «queremos aprovechar la gran afluencia de viajeros», explicaba la dependienta Raquel.

Sin embargo, no todos los comerciantes se mostraban satisfechos con sus ventas. Carmen Verdía, una vendedora ambulante de chucherías y caramelos, se lamentaba de la situación: «Hay muchos turistas, pero nosotros vendemos poco. Ahora llegan las lluvias y todo el género que hemos comprado lo perderemos tal como pasó en carnavales».

Mariló, una dependienta de una conocida franquicia llegó a asegurar que «esta mañana había una decena de autobuses en el puerto esperando a que llegaran los turistas para llevarlos a Jerez o Sevilla, así no hay manera de hacer caja aquí. Tendríamos que habernos puesto de acuerdo todos los comerciantes para aprovechar esta gran oportunidad de venta». Una compañera, Teresa, añadía que «hemos sabido que solo unas treinta tiendas del centro han abierto. Todas ellas de menos de 300 metros cuadrados. La calle Columela da pena verla porque están todos los comercios cerrados». Sin lugar a dudas, fueron los bares y restaurantes los que sacaron mayor tajada de la oleada turística. Eva María Santiago, camarera de la cafetería Chamara, iba corriendo de un lado para otro: «Llevamos una mañana muy ajetreada, yo he atendido ya a varios brasileños».

Atractivos cruceros

Ayer fue un día de novedades, ya que además se puso en marcha la iniciativa 'tax free', por la que algunos comercios devolvían el 18% del IVA de las compras a los extranjeros de países no comunitarios. Un gran número de comerciantes aplicó este atractivo sistema para los turistas. No obstante, otros admitían que «no les interesaba la idea», a pesar de que el dinero lo podrán recuperar más adelante a través de la declaración de Hacienda.Mientras, los tres grandes buques de pasajeros atracados en el puerto de la ciudad servían de atractivo a los lugareños. El moderno 'Costa Victoria' era el más visible por su situación, con sus 253 metros de eslora, 964 camarotes, un teatro de dos pisos, 1.885 turistas y 800 tripulantes. El 'Vision of the Seas' lucía en sus 279 metros de eslora once cubiertas que daban cabida a 1.967 turistas y 733 tripulantes. El 'Ámsterdam', que llegó con 980 pasajeros y 631 personas pertenecientes a la tripulación, presumió ayer de sus 238 metros de longitud y de sus elegantes camarotes. Además,este último buque no partió hasta bien entrada la noche.