LULA EN AMARILLO

Hay gente que critica a la alcaldesa de Cádiz por haberle regalado al expresidente de Brasil una camiseta del equipo campeón. Al hombre, le hizo una ilusión tremenda. Me han dicho que ayer la llevaba puesta en la entrevista con Zapatero. Pero yo creo que el regalo no pudo ser más acertado porque no hay nada mejor en el mundo que lula en amarillo. La lula, que también en Cádiz se les llama lúa, son como el político brasileño, un calamar pobre que, gracias al poder del guiso en amarillo, se sube en todo lo alto de la gastronomía mundial.

No entiendo, por cierto, porque el premio Cortes de Cádiz, lo da Teófila Martínez. Quién ha hecho siempre los mejores cortes en Cádiz ha sido Gianni el de los italianos. El de tres gustos si que le hubiera gustado al político brasileño.

Lula, además, está de buen ver. No parece que frecuente Corporación Dermoestética. Lo suyo no parece el balón nasográstico, sino las pelotas de carne del puchero. El hombre se ve que si hubiera estado dos horas más en Cádiz seguro que no va al triduo de La Piedad, pero se jama un quinario de choquitos, adobo, croquetas, pescadilla y huevas en Las Flores 1 (el 2 le cogía más lejos) con agua bendita de Cruzcampo.

Ahora además, el equipo campeón, aún estando en año con nombre de brandy, está falto de grandes figuras. No cabe duda de que Lula Da Silva, es nombre perfecto para delantero centro y para el cachondeo de la gente, dos aspectos fundamentales en el fútbol gaditano. Cefalópodo Da Silva podría ser su nombre de guerra en el Cádiz donde no cabe duda de que para triunfar no sólo hay que servir para hacer buenos goles sino también buenos chistes.

La camiseta del Cádiz se ha convertido ya en el gran icono del Cádiz del siglo XXI, que, como se ve, está cada día más elegante. La han lucido en Gran Hermano, Toni el del Burger, gaditanos ilustres cuando han estado en Las Bahamas y en el momento de hacer un gran cacao maravillao y creo que la Universidad está barajando que cuando nombren a alguien doctor honoris causa en vez de ponerle la toga al homenajeado le pondrán también la elástica amarilla y al Papa no se la ponen...porque destiñe.

Pero me han dicho que lo mejor está por venir y es que cuando el juez dicte sentencia en el caso Karlos, a los condenados, en vez de una pena, se le impondrá también la camiseta del Cádiz, que elegancia de ciudad. Si Hércules levantara la cabeza, no vea la de bocaos que iban a pegar los dos leones.