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Rescatan a dos hombres arrastrados por las olas en Santa María del Mar
Un joven salvavidas que practicaba deporte por el paseo sacó a uno de ellos del agua a nado, mientras el otro se agarraba a la escollera
Cádiz. Actualizado: GuardarA pesar del viento y la alerta de fuertes oleajes que en los últimos dos días se han anunciado por activa y por pasiva en la provincia de Cádiz, ayer algunos bañistas se aventuraron a meterse en el agua en las playas de la capital. El atrevimiento de algunos de ellos casi acabó al mediodía de ayer en tragedia, cuando dos hombres de mediana edad -uno de ellos con una minusvalía en la pierna- se vieron arrastrados por la corriente en la playa de Santa María del Mar, junto al espigón más cercano a la plaza-mirador de Santa María (ahora en obras).
Eran las 11.30 horas del mediodía y los dos hombres, de unos 50 años, se bañaban junto a las piedras, acompañados de varios amigos. Uno de ellos, más cercano a la punta del rompeolas, logró aferrarse a unas piedras. Pero el otro estaba apartadas de ellas y, al parecer, nadaba contracorriente sin lograr alcanzar la orilla. El mar se lo tragaba.
Por suerte, un joven salvavidas que trabaja en los servicios de playa cada verano, pasaba por el paseo marítimo mientras practicaba deporte y vio el revuelo que se había formado abajo, en la playa. Aún no había llegado la policía y sin dudarlo, se lanzó al agua, con la confianza de saber lo que se hacía. A nado llegó hasta el hombre, que se encontraba a varias decenas de metros de la orilla, y una vez que lo interceptó, lo remolcó hasta el espigón, donde el rescatado por fin pudo hacer pie.
El joven también participó, junto a un grupo de personas, en el rescate del segundo hombre, que pedía ayuda desde la punta de la escollera, abatido por los golpes de las olas al romper. Agarrado a unas piedras trataba de salir por sus propios medios, pero sin éxito.
Hasta la zona llegaron en pocos minutos varios vehículos de Bomberos, de la Policía Local y Nacional y un par de ambulancias, en un dispositivo que llamó la atención de cuantos pasaban a esa hora por el paseo.
Mientras, desde las piedras, los agentes de policía y algunos ciudadanos trataban de subir al hombre, magullado por el golpe de las rocas, hasta el rompeolas. Ya sobre el espigón, lo acompañaron hacia la orilla hasta una zona donde pudo hacer pie, donde volvieron a introducir en el agua para hacerle el camino más fácil. Y es que, además de estar agotado por el gran esfuerzo por salir a flote, sufre una minusvalía en una pierna que le impedía andar con facilidad.
Según pudo saber este periódico, los rescatados no necesitaron ser trasladados hasta un centro sanitarios, aunque el segundo de ellos presentaba arañazos y algunos golpes, que le fueron tratados en la zona por los sanitarios que se desplazaron con una UVI móvil.
Cabe recordar que los servicios de vigilancia y salvamento se pondrán en marcha a partir del próximo 17 de abril, con el inicio de pretemporadas de playa que se inaugura coincidiendo con las fiestas de Semana Santa.