Un respiro para el Cádiz

El Murcia tuvo que esperar a la recta final del partido para imponerse al San Roque. El balón parado y las expulsiones de dos jugadores aurinegros permitieron el líder del grupo cuarto de Segunda B ganar en uno de los campos más complicados de la categoría. El conjunto pimentonero basó su superioridad en el orden más que en la brillantez. El equipo de Sergio Lobera plantó cara al Murcia desde el primer momento y solo la polémica le sacó del encuentro en los últimos 20 minutos.

La primera mitad estuvo muy atascada, por el buen posicionamiento de ambos equipos y por la presión que ejercían arriba. A los puntos, no obstante, los locales estuvieron por encima de su rival en el primer periodo.

Los locales acaban con nueve

A los 70 minutos comenzó el carrusel de incidencias que marcaron el partido. Alfaro vio la segunda amarilla por derribar a un contrario en el área aurinegra. El balón no estaba en juego, de ahí que el San Roque se librara de la pena máxima. Dio igual. El partido estaba detenido por una falta al borde del área que Cañadas convirtió en el 0-1 con un gran lanzamiento.

Para colmo de males de los locales, Pereira vio la roja directa de inmediato, por una dura entrada. En plena bronca, un espectador llegó a encararse con un agente de la Guardia Civil. También hubo trifulca en las inmediaciones de los vestuarios, sin llegar a mayores. La única consecuencia real fue un añadido de siete minutos. En el segundo, el Murcia cerró el partido con un segundo gol. Pedro colocó el balón en la portería con un disparo preciso y precioso desde dentro del área. El efecto dejó sin posibilidades a José Ramón.