Los Ruiz-Mateos tendrán que rendir cuentas de su gestión ante los jueces
MADRID. Actualizado: GuardarEl imperio de Nueva Rumasa se desmorona poco a poco. Mientras muchas de sus empresas se acogen a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o concursos de acreedores, ayer se supo que tres de los miembros de la familia Ruiz-Mateos tendrán que declarar por su actuación al frente del club de fútbol Rayo Vallecano y la compañía láctea Clesa.
El patriarca del clan, José María Ruiz-Mateos, y su primogénito, José María Ruiz-Mateos Rivero, han sido acusados en la investigación judicial por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y alzamiento de bienes en el Rayo. Los magistrados sospechan que otras empresas del grupo Nueva Rumasa transfirieron sus activos para pagar las deudas del equipo.
El Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid tiene serias dudas sobre la autenticidad de algunos de los documentos de las juntas de accionistas del club y además investiga los ingresos que generó la publicidad de Clesa que portan los futbolistas en sus camisetas.
Otro de los hijos de la familia, Álvaro Ruiz-Mateos, también tendrá que declarar hoy ante el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid por un presunto delito contra la Seguridad Social e insolvencia punible de Clesa. El procedimiento comenzó tras una denuncia de la Brigada de Delincuencia Económica por un presunto fraude cifrado en nueve millones de euros. La Policía también anda tras la pista de un posible alzamiento patrimonial, por desviar dinero a Dhul.
Ayer la dirección general de trabajo aprobó un ERTE para los 508 trabajadores de Clesa. El documento refleja la suspensión de contratos para 334 trabajadores durante un periodo máximo de 126 días y la reducción del 70% de la jornada ordinaria para 174 empleados de su división de helados Royne.