MUNDO

La alarma nuclear cruza el Pacífico

Obama ordena la revisión a fondo del sistema de seguridad de las centrales de EE UU mientras el temor dispara las ventas de yoduro potásico

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La crisis nuclear en Japón empieza a desatar cierto grado de psicosis en Estados Unidos por temor a que las fugas radiactivas de la central de Fukushima puedan alcanzar el continente americano. Aunque las agencias de salud en California y del oeste de Canadá explicaron ayer que no hay motivo para la alarma porque hay un enorme océano de por medio, la prensa norteamericana destaca que se han disparado las ventas de yoduro potásico, un medicamento barato que puede proteger contra ciertos tipos de radiación. Ante la posibilidad de que la población se automedique, las autoridades sanitarias advierten de que este compuesto puede tener efectos no deseados en los menores y en personas con alergias o problemas de tiroides.

El diario 'The Wall Street Journal' alerta de que las existencias de ese tipo de pastillas se están agotando con rapidez en los almacenes de algunos de los fabricantes más importantes. Dos de esos laboratorios relatan cómo se han visto desbordados por las llamadas y los pedidos vía Internet de un producto que suele tener una demanda muy limitada.

Mientras, la Casa Blanca ha ordenado a todo su personal desplegado en la zona y en las bases militares del Pacífico a extremar las medidas de protección. Los soldados que asesoran al Gobierno nipón en estas horas críticas permanecerán de momento a más de 50 millas de la central afectada.

Previsión de riesgos

En una comparecencia junto a su secretario de Energía, Steven Chu, Barack Obama destacó que desea que su país revise a fondo el sistema de seguridad y funcionamiento de su vasta red de plantas nucleares. «Las centrales están concebidas para resistir a determinados niveles sísmicos, pero nada es 100% seguro», admitió el mandatario. Posteriormente, recordó que la Comisión Reguladora Nuclear vigila constantemente la actividad sísmica para prever los riesgos y tiene en cuenta «todas las eventualidades» a la hora de valorar dichos peligros.

«Todas las fuentes energéticas tienen sus desventajas. Lo vimos con el vertido del golfo de México el verano pasado», añadió el mandatario, quien apostó por analizar constantemente cómo se puede mejorar la tecnología de las centrales. Mientras, el secretario de Energía, Steven Chu, declaró en el Congreso que los estadounidenses deben tener plena confianza en que se están aplicando rigurosas medidas de seguridad.

El 20% de la electricidad que se consume en el país procede de plantas atómicas, lo que las convierte en la fuente más utilizada de entre las que no emiten gases de efecto invernadero.