
Goleada a la carta en el Bernabéu
Tres goles de Cristiano Ronaldo, dos de Benzema y otros dos de Di María y Marcelo liquidan a un débil equipo andaluz El Real Madrid se divierte cuando quiere y como quiere ante un flojísimo Malaga de Pellegrini
CÁDIZ. Actualizado: GuardarParece ser que el estadio Santiago Bernabéu no es el problema del Real Madrid de Mourinho, que ayer goleó como quiso y cuando quiso a un débil conjunto malagueño entrenado por Manuel Pellegrini. Era muy esperado el regreso del chileno al estadio donde no pudo triunfar el año pasado. Sin embargo, su regreso se convirtió en una pesadilla para un técnico que si el curso pasado tuvo bastante problemas para ganar algún título con el Madrid, en el presente se las va a ver y desear para salvarlo de categoría.
El caso es que el Madrid pronto comenzó apretando ante un Málaga que, al menos en los primeros minutos de juego, aguantó como pudo el ritmo impuesto por los jugadores locales. Incluso el once andaluz se atrevió a merodear el área de Casillas pero Pérez Lasa no quiso ver nada en una caída de Elíseu dentro de los dominios del arquero español.
Así se llegó al minuto en el que Benzema abriría la débil lata construida por Pellegrini, que ayer sí se le vino demasiado grande el estadio donde el año pasado era anfitrión. El delantero francés adelantaba a los suyos al poco de llegar a la media hora de juego sumando así su cuarto gol de la temporada liguera, todos ellos conseguidos en el coliseo amarillo.
El gol de Benzema era el inicio del festín goleador que se dieron los de Mourinho, ayer muy tranquilo desde su banquillo pues visto lo visto no estaba la noche para ponerse a dar gritos desde el área técnica.
Al tanto del francés, muy pronto se unieron sus compañeros sudamericanos. El primero de ellos fue el argentino Di María a los cinco minutos y a nada para terminar el primer periodo fue Marcelo el que ya sentenciaba un encuentro en el que el Málaga meditaría incluso salir al campo en la reanudación.
Y seguro que si supieran lo que iba a ocurrir después quien sabe si lo hubieran hecho de verdad. Porque a la goleada madridista no había sido invitado uno, el más ansioso de marcar, el que más ganas tenía de volver a sonreír tras las molestas que le impidieron jugar en Riazor. Y apenas cinco minutos de la reanudación esperó Cristiano Ronaldo para marcar el que era el cuarto de un equipo que se cebaba con el rival a sabiendas de que pueden que sean pocas las alegrías que este año el Barcelona de Guardiola les deje celebrar.
Este gol lo aprovechó Mourinho para dar descanso a sus jugadores más utilizados. Así pues, se marcharon a los vestuarios Xabi Alonso, Özil y Di Maria para dejar su lugar a los Canales, Gago y Adebayor.
Estos cambios le sentaron bien al Madrid y mal, muy mal, a los andaluces, que vieron como los suplentes salían con todas las fuerzas, energías y ganas que dejaron los que dejaron su lugar.
Apenas once minutos después del gol de Ronaldo, a pase de un crecido Özil, llegaría el segundo de Benzema, que cogió la confianza que no está terminando de coger en la presente campaña. Esta vez el delantero aprovechó un gran centro de Marcelo y con un buen cabezazo, con potencia y llegando desde el segundo palo superaba a Caballero. Fue otro buen tanto de Karim, que quiere crecer.
Para el final se quedaría el doblete de Ronaldo, que vuelve a marcharse en la tabla de máximos goleadores de la Liga del argentino Messi.
Con este triunfo, los blancos siguen muy por detrás del líder Barcelona, que sigue manteniendo una renta de siete puntos. Todo un abismo para un equipo, como es el madrileño, que en su estadio vence como quiere pero que sufre bastante a domicilio.