LA SESIÓN DE AYER
Actualizado: GuardarEl Coro del Tahrir. Abren la sesión. Gran despedida del popurrí. El faraón camino de la Viña y el exilio, ya nos vemos en la calle. Hosni va por Los Hurones. Otra momia para el museo y no es la alcaldesa. Pedazo agrupación. Poca pasta en tipo y mascan letras, pero tienen pellizco y el estribillo es pegadizo: «La libertad y el agua son difíciles de contener». Pelotazo. Se teme que cambie la dirección del coro. A peor. Esperemos que no se vengan abajo en semifinales. El del Peperoni. Chirigota de Roma. El viejo duerme clavao. Le va a dar un calambre de tanta fiesta. Prostitución de menores. Así es la administración que dejó Balbo. Dientes blancos, letras sucias, tratan el vamonó con cierto malaje. Les pierde el peperoni. Penaliza el jurado. Sonríe el monstruo camino del juicio, el público en pie. Incomprensible. Nunca debieron salir de la Vía Veneto. Obiang o vienen. Comparsa de Guinea. Es un sátrapa, pero paga lo suyo. Música africana. Letras enrevesadas, pero de gran efecto global, sobre todo financiero. Cierto interés, concretamente del 8%. «Teodoro, nos vamos a hacer de oro». Arrastra las eses como jotas el contralto, uno que fue presidente del Congreso. En la línea de otros cajonazos como 'Viva Pekín manque pierda', 'Gadafi es bueno, bueno' o 'Qué arte tienes, Fidelín'. Los tiesos. Cuarteto de Madrid (y Barcelona). Llegan desde la capital en bici para no contaminar. Asaltan La Bella Italia y se toman dos brasileñas y siete limetas de manzanilla de Sanlúcar cada uno por la sed del esfuerzo. Tienen un lío de pasta. Que no hay, pero que para ti, sí. Hablan del nuevo mercado y de que se les acumulaban las letras para este año. La gente se parte, menos un promotor de Chiclana que llora con hipío escandaloso en primera fila. A la salida, los atracan.