El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, en la imagen con una barretina, participó ayer en la fiesta Tres Tombs. :: EFE
ESPAÑA

CiU reta a Zapatero y Rajoy a reducir el número de autonomías

La proximidad del debate electoral dificulta el acuerdo de PP y PSOE para eliminar duplicidades y hacer más eficaz el sistema

MADRID. Actualizado: Guardar
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Quizá si no hubiera sido José María Aznar quien afirmó que el actual Estado de las Autonomías es política y financieramente «inviable», otro gallo habría cantado, pero el discurso del expresidente del Gobierno ha puesto una vez más en pie de guerra a sus principales detractores, los partidos nacionalistas, y ha contribuido a agitar un debate que tanto PSOE como PP pretendían abordar de manera más relajada. La polémica se acrecentó ayer con la provocadora propuesta del secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien animó a los dos partidos mayoritarios a plantearse si no habría que reducir el número de autonomías.

Duran, portavoz de la formación nacionalista en el Congreso y negociador del Gobierno de la 'Generalitat' en las comisiones bilaterales con la Administración central, demandó a José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy valentía para abordar este debate, en el transcurso de un acto de su partido para las municipales del 22 de mayo.

No ha sido el único en aprovechar la intención de los dos grandes partidos de meter mano a la ordenación territorial para arrimar el ascua a su sardina. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ya defendió el sábado que entender que el modelo ha «quebrado» abre una oportunidad para avanzar hacia otro sistema fundamentado en la «libre adhesión de naciones» como el País Vasco, Cataluña y, en su caso, dijo, Galicia.

CiU y PNV llevaron la discusión mucho más allá de lo que, desde luego el PSOE, pero también el PP habrían imaginado. Porque pese a que sobrevuele la sospecha de que lo realmente pretenden los populares es recuperar competencias para el Estado -un planteamiento que no es gratuito y que surge de pronunciamientos realizados por el propio Mariano Rajoy en la anterior legislatura al calor de la reforma del 'Estatut'- ni uno ni otro están ahora en esa jugada.

Ya en su programa electoral para las generales de 2008 la formación conservadora renunció, de hecho, a plantear algo semejante. Simplemente, abogó por una reforma constitucional para blindar las competencias atribuidas al Estado, asegurar su viabilidad y garantizar la igualdad de todos los ciudadanos.

El pasado octubre Rajoy presentó las líneas maestras, aún sin concretar, de la propuesta que, presumiblemente, dará a conocer en la convención que su partido celebra el próximo fin de semana en Sevilla. Entre ellas, estaría la de incluir en la Constitución un techo de gasto para las comunidades autónomas, pero sobre todo habló de eliminar los obstáculos que el modelo vigente plantea a la recuperación económica. Es decir, algo no muy diferente de lo que propuso Zapatero el pasado lunes, durante la presentación del informe económico de 2010, en la que abogó por revisar «ataduras» relacionadas con las diferencias de regulación entre comunidades autónomas que «todavía limitan la capacidad de nuestra economía».

Escollo electoral

De lo que, en principio, hablaban unos y otros era de quitar la 'grasa' al Estado autonómico. Pero, aún así, todo apunta a que la proximidad de las elecciones de mayo supondrá un escollo para el entendimiento.

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, defendió ayer en un acto en Elche que el modelo necesita «ajustes que eviten duplicidades y situaciones de enfrentamientos entre territorios», pero alegó que la solución no es «cuestionar el modelo», como, a su juicio, hizo Aznar. Y conminó a Rajoy a aclarar si comparte el «recorte» que propone su antecesor.

Lo cierto es que hace unos meses, las posibilidades de acuerdo no parecían tan lejanas. «Acojo con satisfacción su propuesta y daremos los pasos para empezar a dialogar sobre la financiación de las entidades locales y la sostenibilidad de las cuentas públicas en la administración territorial», dijo el pasado octubre en el Senado José Luis Rodríguez Zapatero al portavoz popular en esa Cámara, Pío García-Escudero.

En lugar de sentarse a hablar, cada cual se ha embarcado en la búsqueda de su propio modelo. El PSOE dará a conocer el suyo en una convención en Zaragoza el último fin de semana de enero. Y eso que a priori, existen amplias coincidencias. Ambos cuestionan el gasto que suponen las televisiones públicas de carácter regional o local; ambos entienden que carece de sentido que existan, por ejemplo, 17 defensores del pueblo y, aunque de momento mantengan este debate en el plano teórico, ambos coquetean con la idea de reducir el elevado número de ayuntamientos (más de 8.000) como se ha hecho en otros países.