La Cárcel Real recupera su uso ciudadano
A las zonas de eventos y exposiciones se suma el traslado de la Delegación municipal del Bicentenario, que ocupará la primera planta El edificio de 1794, totalmente reformado, vuelve a la actividad mañana como Casa de Iberoamérica
CÁDIZ. Actualizado: GuardarFiel a la tradición burlesca de la ciudad a la que acompaña hace casi 220 años, la Cárcel Real estrena mañana nuevo personaje bajo el que se oculta la misma personalidad pétrea. De la prisión desde las que los vecinos de Santa María escuchaban los desgarrados quejíos de los reclusos pasó a ser juzgado. Ahora, esa transición de la represión al humanismo dará un paso fundamental. Culminante.
Desde mañana, será la Casa de Iberoamérica. Este viernes 14 de enero de 2011 será recordado como el primero de actividad real, y cultural más allá de aquel flamenco atormentado, de la Cárcel Real.
Obra del portuense Torcuato Benjumeda, en 1794 y de particular estilo neoclásico, su construcción no fue rematada hasta casi 70 años después, pero ya fue calificada por el cordobés Romero de Torres en el Catálogo Monumental de España como el edificio civil más elegante de la arquitectura de la ciudad de Cádiz.
Tras más de un siglo como presidio, pasó por dos décadas de abandono, coincidentes con el final del franquismo y la transición. El 31 de enero de 1997 pasó oficialmente a manos de la Junta de Andalucía como sede judicial. Hasta 2008 cumplió esa función y tras casi dos años de obras ligadas al Plan E, renace ya con usos culturales, civiles, doceañistas y americanistas.
Desde mañana, la Cárcel Real se estrena como Casa de Iberoamérica. La excusa para su renacimiento será la exposición 'Recuerdos de cien años de historia' de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras. El homenaje cierra un bucle temporal. Esa institución nació al calor del primer aniversario de la Constitución de 1812 para reforzar los lazos con la América que habla español o portugués. Ahora sopla las velas en el parto de uno de los edificios llamados a resaltar el segundo siglo desde la proclamación de La Pepa.
La ceremonia de inauguración de mañana será posible gracias a una obra de reforma, adaptación y recuperación que ha costado en total 3.098.531 euros. La tarea principal consistió en eliminar los añadidos a la construcción original, además de renovar los materiales de todas las estructuras y superficies, en muchos casos de piedra ostionera. El resultado final son tres patios, siete salas de exposiciones de pequeño y medio tamaño y una mayor en la primera planta.
Además de esas zonas de uso público, en la segunda planta habrá una zona de uso administrativo donde se ubicará el personal de la Delegación municipal del Bicentenario, dirigida por Juan José Ortiz y Enrique García-Agulló, que hasta ahora tenía emplazamiento físico en el edificio del Instituto de Fomento en la Cuesta de las Calesas.