tres mil años y un día

Pedro Pacheco, o el retorno del abuelo cebolleta

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Alcaldable por novena vez. Mejor plusmarca que en la maratón de Nueva York. No más anunciar su presentación a las próximas elecciones municipales, a Pedro Pacheco empiezan a salirle novios y novias en los mentideros políticos. De ser cierto, como augura una encuesta encargada por sí mismo, que su Foro Ciudadano puede obtener cinco concejalías, el antiguo alcalde volverá a decidir quién ocupará su antigua bodeguiya.

No lo tendrá fácil a la hora de pactar Pilar Sánchez y no sólo por haberle llamado recientemente «abuelo cebolleta» sino porque le destituyó como primer teniente de alcalde y delegado de Urbanismo después de recibir del enorme el apoyo necesario para derrocar a la popular María José García Pelayo de la alcaldía, tras haberlo destituido a su vez en ambos cargos. Y, claro, esta última se enroca en la hipótesis de mayoría absoluta porque tampoco lo tendría fácil con su viejo compañero de coalición municipal.

¿Qué le pasa a Jerez que, al parecer, tanto necesita del regreso del primo de Zumosol? ¿O será que el primo de Doraemon, como le caricaturizaron no hace mucho en la wikipedia, es quien necesita un sillón en el Consistorio? No parece haberle hecho falta en estos tres años que lleva de excedencia del palacio municipal. Abogado de profesión, sus negocios podrían permitirle vivir desahogadamente sin tener que volver a la primera línea de la arena política. Como le avisa en su blog Pepe Contreras –ese periodista de raza que lamentablemente deja las páginas virtuales de ‘El Economista’–, segundas partes nunca fueron buenas. Tras incendiar Roma, no vale venir a reconstruirla, observa este analista que ha bautizado a Pacheco con un nuevo mote, el de Nerón.

Pacheco fue alcalde de la ciudad desde las primeras elecciones municipales de 1979 hasta 2003. Y, luego, se avino a ese segundo plano hasta que en 2007 el PSA que lideraba protagonizó un batacazo electoral digno del cine mudo, al pasar a ser la tercera fuerza política. Ahora, ni siquiera lleva el abrigo o el desabrigo de esas siglas que ahora vuelven a presentarse juntas a las del PA y con Santiago Casal como candidato por Jerez. ¿Cuántos electores pensarán que Pacheco sigue presentándose bajo el viejo anagrama de la mano abierta? Un detalle a tener en cuenta a la hora de explicar, de producirse, un nuevo resultado aciago de las urnas. Pero, ¿quién teme al lobo feroz? Pacheco fue expulsado dos veces del PA, creó el Partido Andaluz de Progreso (PAP), refundó el Partido Socialista de Andalucía (PSA), fue parlamentario andaluz y eurodiputado, además de alcalde de Jerez durante 24 años.

«El inmatable», le llama el PSOE provincial de Francisco González Cabaña. Los viejos rockeros nunca mueren. Y Pacheco responde a esa estirpe con cierta impronta caudillista a lo Miguel Primo de Rivera, pero pasado por la democracia, la autonomía y el sindicalismo. En su haber, el imaginario popular de la ciudad, que sigue relacionándole con la expansión, y al mismo tiempo, la ordenación urbanística de Jerez, no sin operaciones malabares que le asociaron a extrañas maniobras de los empresarios del ramo, entre quienes siempre destacó la sombra protectora de José Luis López ‘El Turronero’, el industrial ubriqueño tan relacionado con Pacheco pero que ha seguido invirtiendo en la ciudad con posterioridad a la caída de aquellos otros dioses.

Abogado de profesión, a Pacheco le atraen los tribunales. Cuando aún se recuerda su célebre aforismo «la justicia es un cachondeo», a propósito del derribo de parte del chalet de Bertín Osborne, lo cierto es que la mayor parte de imputaciones en su contra nunca han llegado a prosperar. Ahora, se enfrenta a una nueva denuncia por parte de la Fiscalía Anticorrupción por la supuesta contratación irregular de Manuel Cobacho y José López, dos compañeros de partido, en sociedades municipales y mixtas por labores de asesoramiento que nunca desempeñaron pero por las que percibieron más de 200.000 euros. El caso se sustentó a partir de la documentación trasladada al ministerio público por la actual alcaldesa Pilar Sánchez, quien a su vez, se vio denunciada por Pacheco por la supuesta contratación irregular de 30 cargos de confianza. Todos los indicios apuntan a que la Audiencia de Cádiz señalará la fecha del juicio oral antes de las elecciones, pero no parece probable que una hipotética sentencia condenatoria se haga firme antes de dichos comicios. Con anterioridad, Pacheco fue acusado de presunta contratación a dedo de un total de 61 obras en un plazo de cuatro años. Ha dejado una deuda de 70 millones en Urbanismo, dicen sus detractores. Pero también levantó el Circuito, pregonan sus partidarios. Y ahí está el tío. Parece una llave pero puede convertirse en candado. Cualquiera que lo use puede acabar cerrando su propio futuro político. Pero diez a uno a que el pachequismo sigue dando juego.