Una caseta abandonada

Otrora auditorio al aire libre para estrellas de la canción de ámbito internacional, en estos momentos la Caseta Municipal agoniza. Nadie en los últimos veinte años ha conseguido resucitar un espacio de más de 10.000 metros cuadrados de superficie, que nació en su día como equipamiento público y lugar de conciertos, y que ha servido para un amplísimo abanico de actividades sin un rumbo fijo.

La parcela se ubica en pleno centro de Chiclana. Enfrentada al Campo Municipal de Deportes, por allí han pasado en estos últimos años miles de alumnos de colegios de la ciudad para realizar sus fiestas de fin de curso y participar en competiciones deportivas; en la caseta la Policía Local ha realizado numerosos cursos de seguridad vial para jóvenes; también se han realizado sorteos para viviendas de protección oficial; e incluso se han maquillado y vestido antes de su actuación, artistas como David Bisbal o Miguel Bosé.

La Caseta Municipal tiene detractores y defensores acérrimos. Hay quien considera que, después de años en los que ha servido como espacio escénico improvisado, su papel debe cambiar.

El ex-edil de Urbanismo, José Pedro Butrón, cuando estaba al frente de IU en la ciudad por ejemplo, propuso su conversión en parque público. Desde el Gobierno municipal se ha abogado últimamente por otra opción menos prosaica. La parcela, con sus pistas deportivas, sus árboles y sus accesos de puertas metálicas pintadas en verde desde tiempo inmemorial, podría ser incluida en una operación urbanística de calado para consolidar el entorno como zona residencial, cuando Huerta Mata esté lista y se construya allí el nuevo campo de fútbol en sustitución del actual Campo Municipal de Deportes.

En parte, el declive de la Caseta Municipal se debió a los vecinos de los pisos anexos (los populares pisos de los maestros), que durante años se quejaron y denunciaron el ruido y las molestias que provocaban las actuaciones musicales programadas durante la Feria de San Antonio y el verano.

La Caseta Municipal fue testigo de las actuaciones de las estrellas de la época como Paloma San Basilio, Juan Pardo o Los Tres Sudamericanos. Por su escenario también han pasado grupos más recientes, como No me pises que llevo Chanclas, el rapero sevillano Junior, o el rock local de Trashtucada, y se han celebrado galas inolvidables de carnaval y flamenco.

La Caseta Municipal conserva aún sus taquillas, sirve todavía de punto de partida y logística para la Cabalgata de carnaval o la de Reyes Magos, y es también almacén improvisado de Vías y Obras. Con el río Iro a pocos metros y el hogar del Pensionista más antiguo de Chiclana justo enfrente, su halo mágico pierde brillo como un anciano cansado. Solo el paso de los años y las decisiones políticas dirán qué es de ella en el futuro.