El flamenco se la juega en Nairobi
Las instituciones dan casi por hecho que obtendrá la consideración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, una decisión que se conocerá esta tarde
Actualizado: GuardarTodo el mundo flamenco está hoy a la espera de conocer si finalmente la Unesco declara el arte jondo patrimonio inmaterial cultural de la humanidad. El centro de operaciones está en Sevilla hasta donde se ha desplazado la directora del Centro Andaluz de Flamenco (CAF), Olga de la Pascua, para vivir en directo un día tan importante. "El debate ha empezado por la A así que calculamos que entre la una y las cuatro de la tarde tendremos la decisión", dijo la responsable. "Es un antes y un después para la historia del flamenco. Supone un reconocimiento oficial y la apertura de nuevos mercados", aseguró De la Pascua esta mañana.
Para el presidente de la federación provincial de peñas flamencas, Antonio Núñez, la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco sería "muy positivo". Muy atrás quedaron los años en que ser cantaor "estaba muy mal visto" y ahora los artistas están mejor considerados por la sociedad porque "son representantes de nuestra cultura". "Está bien merecido que nos lo aprueben. Además, Jerez no es solamente la ciudad del flamenco sino su cuna", dijo Núñez, que aseguró que la decisión de la Unesco en Nairobi, que se conocerá esta tarde, podría "hacernos a todos un poquito más felices". Las candidaturas españolas (además del flamenco están los "castells" catalanes y el canto de la Sibila de Mallorca) aparecen entre las últimas a analizar, ya que se toma el nombre del país en inglés (Spain).
«El flamenco no debe ser patrimonio de la humanidad, debe ser reconocido patrimonio del universo». El director aragonés Carlos Saura está de presentaciones con su último trabajo 'Flamenco, Flamenco', una película en la se ponen delante de la cámara los nombres propios de este arte. Su sentencia es una de las cientos de frases de apoyo que estos días han pronunciado bailaores, cantaores, guitarristas, políticos y medios de comunicación.
Hasta en la africana Nairobi (Kenia) se harán oír los quejíos y zapatazos -la Agencia Andaluza para el Flamenco transmitirá la decisión vía Skype- de la que para muchos es la seña de identidad de Andalucía y un icono de España en el mundo. Allí se dirime qué cuatro candidaturas pasarán a engrosar la Lista Representativa elaborada por la Unesco, aunque en lo corrillos del mundo del flamenco se lleva hablando desde hace días que la final ya está ganada antes de que se juegue. La de Andalucía compite con otras 50 aspirantes de 33 países diferentes. Entre ellas, cinco españolas: el flamenco, los castellets catalanes y el canto de la Sibila de Mallorca, así como las dos trasnacionales de este año, la dieta mediterránea y la cetrería. Además, el Comité Intergubernamental del Patrimonio Inmaterial de la Unesco deberá elegir entre la acupuntura, la danza de las tijeras de Perú, la cocina mexicana o la Ópera de Pekín, entre otras actividades.
Ahora bien, ninguna expresión musical de primer nivel como el cante jondo, se la juega hoy en Kenia, por lo que desde la Junta de Andalucía, principal impulsora de la nominación al flamenco junto con Extremadura y Murcia, los responsables dan por cumplido el sueño. Esta vez tiene que ser. En 2005 se frustró por un error de cálculo. Entonces, se inscribió en un apartado dedicado a manifestaciones culturales en extinción. Y el flamenco está muy vivo. Se ha transmitido vía oral generación tras generación, ha alcanzado prestigio internacional, incluso en rincones del mundo donde nunca se imaginó, y la sociedad española, casi sin excepciones, está orgullosa de portar este emblema.
Entonces, ¿por qué es tan importante el nombramiento? ¿por qué han invertido tanto las instituciones? Sí, el flamenco es conocido y valorado mundialmente, si no puede ser más publicitado -aunque nunca es suficiente- el espaldarazo sería más institucional que real. Un apellido que vendría a hacer aún más grande si cabe una expresión cultural que no entiende de fronteras. De lo que enjuicie hoy la Unesco depende también la satisfacción de los que tanto han trabajado estos años por el nombramiento. Un esfuerzo mucho más intenso y comprometido que en el anterior intento.
Y es que para la Agencia Andulaza para el Flamenco éste ha sido el objetivo y motivo principal de su actividad. Su directora, la ubriqueña María Ángeles Carrasco, lo contaba a LA VOZ antes del verano. «Es una gran responsabilidad y un gran reto para mí». Así, la Junta de Andalucía ha desarrollado desde el pasado enero la campaña 'Flamenco Soy' de adhesión a su candidatura ante la Unesco. Madrid, Barcelona y París, festivales internacionales de este arte como el de Mont-de-Marsan (Francia) e incluso a la Exposición Universal de Shanghái (China), en una campaña que ha recabado más de 25.000 apoyos procedentes de más de sesenta países.
Un español en el jurado
A más de 300 de artistas flamencos se han sumado representantes políticos, institucionales y de otros sectores de la cultura como escritores, pintores, intelectuales o deportistas, para respaldar la candidatura de una manifestación que el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía ya reconoce como patrimonio cultural de esta región. También ha recibido la adhesión de la Casa Real, el Congreso de los Diputados, el Parlamento andaluz, el Instituto Cervantes o numerosas de las peñas flamencas repartidas por España. También muchos ayuntamientos, algunos gaditanos. El de El Puerto, incluso, ha habilitado desde la página web del Ayuntamiento (www.elpuertodesantamaria.es) un enlace a la página oficial desde la que cualquier persona interesada pudiese cumplimentar su adhesión.
Con tal vuelco no es de extrañar que el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, asegure que en esta ocasión el flamenco tiene «un 99% de posibilidades». Esta vez, además, se juega con ventaja. La directora general de la Unesco, Irina Bokova resaltó ayer la importancia del patrimonio español, aunque puntualizó que quien toma las decisiones es el Comité, del que España forma parte por primera vez (son 132 miembros).
La directora general de Bellas Artes, Ángeles Albert, su optimismo respecto a la inclusión del flamenco, la sibilia y los castells en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Un triplete que se antoja demasiado ambicioso. «El flamenco es patrimonio de la humanidad lo declare o no la Unesco», insistió ayer el ministro de Educación Ángel Gabilondo. O también los que aman este arte pueden suscribirse la frase de Sara Baras: «Me siento privilegiada y orgullosa de poder practicar este arte día a día». Palabra de flamenco.
Paulino Plata, Consejero de Cultura: «Tiene que ocupar el espacio que le corresponde por una cuestión de dignidad y justicia»
José Mercé, cantaor: «Es un evento maravilloso cuyo fin es que se pueda unir toda España»
Carlos Saura, director de cine: «El flamenco viene del pasado, está en el presente y va a ir más allá en el futuro»
Ángel Gabilondo, Ministro de Educación: «Es un déposito de cultura, de creación, de expresión y hasta una forma de vivir»
Sara Baras, bailora: «Es un privilegio y un orgullo dedicarme cada día al flamenco»
Juan Villar, cantaor: «El flamenco ha cambiado mucho en estos años, se enriquece con cada artista»
David Palomar, cantaor: «Debería haber más ayudas para llevar a cabo espectáculos flamencos de calidad»
Anabel Rivera, cantaora: «Es algo muy grande, hay que celebrarlo teniendo en cuenta los que ya no están»
Nano de Jerez, cantaor: «El flamenco es un arte universalmente reconocido; es una música privilegiada»
Antonio Benítez, Enrique el Mellizo: «Este reconocimiento mundial abrirá muchas puertas a nuestros artistas»